Una de las favoritas de la última temporada de “Rising Star”, el programa de talentos israelí, ha avanzado gracias a sus interpretaciones de una canción israelí icónica que incluye palabras de la oración Shemá , la afirmación central del judaísmo, y “Hurricane”, el himno del país posterior al 7 de octubre, que interpretó junto a un sobreviviente de la masacre de Hamas ese día. Esta es parte de la historia de Valerie Hamaty, quien se postula para representar a Israel en Eurovisión.
Puede que no sean una sorpresa en un país judío que últimamente se ha definido por su respuesta al 7 de octubre. Pero no es sólo su voz lo que distingue a Valerie Hamaty: también es una cristiana árabe, la única concursante de este tipo en un programa cuyo ganador se convierte en el participante de Israel en el Festival de la Canción de Eurovisión. Y su éxito está generando debate en un momento en que la guerra de Israel en Gaza ha puesto a prueba las relaciones entre israelíes judíos y árabes.
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“Que una árabe represente a Israel en un escenario internacional es un enorme motivo de orgullo”, afirmó Zohurha Abonar. “¿Y el hecho de que sea de aquí? Eso lo hace aún más especial”.
Abonar es una musulmana residente en Jaffa, la ciudad adyacente a Tel Aviv que es el corazón del Israel árabe y la ciudad natal de Hamaty. Ella habló en un mercado navideño donde el reciente avance de Hamaty contribuyó a la alegría de la temporada.
Una adolescente que dijo ser prima de Hamaty pero pidió no ser identificada dijo que el creciente éxito de la cantante resonó profundamente dentro de su comunidad cristiana. “Ella es una inspiración para muchos de nosotros”, dijo.