B’nai Brith Canada instó a la Universidad de Toronto a impedir que un terrorista convicto aparezca virtualmente en un evento estudiantil programado para el jueves.
Shadi Shurafa, un terrorista convicto que cumplió una condena de diez años en Israel por participar en un complot frustrado para bombardear un autobús de Jerusalén, fue invitado a participar virtualmente en un evento estudiantil programado para el jueves.
El llamado de B’nai Brith Canada se produce antes de un evento organizado por la Asociación de Estudiantes Musulmanes de la Universidad de Toronto (UTMSA), que es un grupo estudiantil reconocido, la “Coalición de la Sandía” y un grupo llamado Solidaridad de la Universidad de Toronto con Palestina, reportó Enlace Judío.
Programado para el 30 de enero, el evento contará con la participación de Shadi Shurafa, un terrorista convicto que fue liberado de la custodia en 2022 después de cumplir una condena de una década en Israel por el complot de Jerusalén durante la Segunda Intifada.
“Al apoyar a un terrorista convicto impenitente y miembro de una organización terrorista catalogada, la UTMSA ha violado [las políticas de la Universidad de Toronto], creando un ambiente hostil para los estudiantes judíos e israelíes y socavando los valores de seguridad e inclusión”, escribió B’nai Brith en una carta al presidente de la institución académica, Meric Gertler.
“Este evento es un intento flagrante de sanear y legitimar el terrorismo”, aseguró.
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B’nai Brith señaló que Shurafa es un miembro autoconfeso del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), que Canadá clasifica como entidad terrorista. El FPLP también es reconocido como una organización terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea y Japón.
“No tiene ningún valor académico mantener una entrevista con un terrorista declarado en un entorno no clínico”, dijo Richard Robertson, Director de Investigación y Defensa de B’nai Brith Canadá. “Sería reprensible y contrario a las propias políticas de la Universidad de Toronto que la administración permitiera que una organización estudiantil acreditada fuera la plataforma de la propaganda descarada de Shurafa. La libertad académica y la libertad de expresión no deben utilizarse para justificar el adoctrinamiento de los estudiantes y comprometer la seguridad y el bienestar de la comunidad del campus”, recogió Arutz Sheva.
La Universidad de Toronto ha sido noticia varias veces en los últimos años debido a su conducta antiisraelí.
En febrero de 2022, el sindicato de estudiantes de la Universidad de Toronto (UTSU) votó a favor de respaldar una moción de BDS que instaba al sindicato a “desinvertir totalmente los fondos y, en el futuro, prohibir la inversión en empresas cómplices de la ocupación del territorio palestino”.
En 2020, B’nai Brith Canada condenó a CUPE 3902, un sindicato de trabajadores de la universidad, tras una serie de tuits antiisraelíes y antisemitas emitidos por su cuenta oficial de Twitter.
El año pasado, se instaló un campamento antiisraelí en la Universidad de Toronto, similar a los instalados en los campus de Estados Unidos.
A finales de mayo, la Universidad de Toronto recurrió a los tribunales para intentar desalojar el campamento. Un juez de Ontario ordenó posteriormente que el campamento desalojara la zona, algo que hicieron los activistas antes de la fecha límite fijada por el juez.