El comandante de la Brigada Norte del Comando Sur de las FDI, coronel Haim Cohen, presentó su carta de renuncia a las FDI, según informaron medios israelíes.
La carta, dirigida al jefe del Comando Sur, mayor general Yaron Finkelman, declaraba: “El 7 de octubre, la brigada bajo mi mando fracasó en su misión de proteger a los residentes de la Franja de Gaza durante el sorpresivo estallido de la guerra. Como consecuencia, fracasé”.
Cohen, quien se desempeñó como comandante de la Brigada Norte y estuvo a cargo de la supervisión del festival de música Nova y de los kibutzim Beeri y Nahal Oz, optó por dirigir las batallas del 7 de octubre desde el centro de mando de la división en lugar de hacerlo desde el campo de batalla, reportó Enlace Judío.
Los hallazgos de las investigaciones de las FDI demostraron que Cohen fue responsable de la deficiente gestión operativa en la base de Nahal Oz antes de la guerra, así como de otras fallas, como no proporcionar una imagen precisa de la situación en el kibutz Nahal Oz.
Una pizarra blanca encontrada en la oficina de Cohen mostraba las marcas de las fuerzas desplegadas en cada kibutz durante los ataques del 7 de octubre, y enumeraba unidades de élite como Sayeret Matkal, Yaman y Shayetet 13 operando en Nahal Oz.
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Imagenes de destruccion causada por terroristas de Hamas en el sur de Israel en las primeras horas despues del ataque del 7 de octubre. 21 de noviembre de 2023. (Chaim Goldberg/Flash90)
¿Qué escribió en su carta?
En su carta de renuncia, Cohen escribió: «Nunca olvidaré los campos de matanza de civiles inocentes que yacían en su propia sangre, el infierno y el heroísmo de las pocas fuerzas bajo mi mando: escuadrones de reserva y valientes civiles, hijos de la luz contra un ejército terrorista bárbaro. Nunca olvidaré la profunda decepción por la sorpresa total y las primeras horas en que luchamos solos. El hedor a muerte y los gritos por la radio nunca se borrarán de mi memoria», publicó The Jerusalem Post.
«Nos recuperamos y nos reagrupamos, a pesar de las inimaginables pérdidas tanto en la retaguardia como en el frente. No nos detuvimos hasta despejar la zona de los últimos terroristas y lanzar un contraataque en el frente, con el corazón roto, pero con un espíritu firme y decidido», añadió.
Dirigiéndose a las familias de los rehenes, escribió: «Los hijos e hijas que cayeron son héroes y santos. Siempre inclino mi rostro en su memoria».
Concluyó su carta diciendo que ahora se centrará en su propia sanación y en la de mi familia, y se dirigió al Jefe de Estado Mayor, el Teniente General Eyal Zamir, quien dijo: «Jefe de Estado Mayor, ¡la misión no ha terminado! Debemos traer de vuelta urgentemente, ya ayer, a nuestros hermanos que languidecen en cautiverio y darles un entierro digno. Estoy seguro de que usted conducirá al ejército a una victoria completa sobre los cobardes. Con saludo a mis hermanos y hermanas de armas caídos, mis mejores deseos de recuperación para los heridos y en oración por el regreso de los rehenes. ‘Confía en el Señor, sé fuerte y que tu corazón sea valiente, y confía en el Señor’ (Salmos 27:14)».