«Recibíamos dos comidas al día que sumaban 700 calorías en el mejor de los casos», dijo el ex secuestrado Ohad Ben Ami mientras en su relato sobre su hambre y enfermedad durante el cautiverio en el programa Friday Studio de N12, hablando de las condiciones en las que estuvo retenido junto con otras cinco personas.
«Pasábamos la mayor parte del tiempo intentando adivinar qué nos tocaría comer cuando ocurriera, si nos tocaría una pita entera para cada persona o solo la mitad, si también habría una taza de arroz, si nos tocarían sobras de nuestros captores», relató Ben Ami.
Comentó que él y los demás secuestrados no sabían cuándo volverían a recibir comida ni si tendrían que guardarla para el día siguiente. También la dividirían equitativamente entre los seis.
Ben Ami, de 56 años, también describió la enfermedad que se propagó entre los secuestrados. «Cuando alguien está enfermo, todos están enfermos». Señalando la falta de medicamentos, añadió que la diarrea y los malestares estomacales eran comunes entre los seis.
“Todo era contagioso y agotador porque perdíamos líquidos, y hubo varios casos en los que perdimos el conocimiento por la fiebre alta”, compartió.
Dijo que entre los otros secuestrados que lo acompañaron durante su estancia en el enclave se encontraban Elkana Bohbot y Yosef-Haim Ohana. «Sé exactamente por lo que están pasando. Y la verdad es que, cuando estuve allí, eran como mis hijos», compartió. «Les dije que en cuanto saliera, tardarían una o dos semanas en liberarlos».
Sin embargo, ambos siguen cautivos, y Hamás publicó un video de propaganda de ellos el lunes pasado, donde se les ve sentados en el suelo, pálidos. La esposa de Bohbot, Rivka, dijo: «Esa no es la cara de mi esposo. Vi ira. No sentí que fuera solo lo que Hamás le dijo que dijera; hablaba con el corazón».
Tras pasar la mayor parte del tiempo en túneles, el ex secuestrado, Ben Ami fue liberado del cautiverio de Hamás a principios de febrero, tras 491 días retenido por la organización terrorista, de allí su relato. Fue liberado junto con Or Levy y Eli Sharabi . Los tres fueron transferidos a la Cruz Roja tras ser obligados a subirse a un escenario en Deir al-Baleh, en el centro de Gaza.
Siguiendo hablando de su cautiverio, dijo en el programa N12 que estaban «a 30 metros bajo tierra, en seis metros de concreto y arena, sin aire para respirar. Dormíamos juntos sobre un colchón delgado, húmedo y mojado, con la misma manta que había sido usada como sábana durante más de un año».
El secuestrado liberado luego detalló cómo «los insectos del túnel se nos metían en la nariz, la boca, los oídos y por todos lados». Señaló que solo se les permitía ducharse una vez cada pocas semanas con «agua fría y salada» y que todos llevaban la misma ropa todo el tiempo.