La municipalidad de Ramat Hasharon, una localidad en la zona de Tel Aviv, en el centro de Israel, está impulsando la construcción de una nueva estación de tren que, entre otras cosas, sirva para atender las necesidades de los empleados y visitantes del Mossad.
Pero lo que parece ser un reclamo sencillo se convirtió en una seria disputa con las autoridades nacionales encargadas del transporte, en medio de un rápido desarrollo de los planes para ferrocarriles y trenes subterráneos en el país.
Para empezar, la posibilidad de construir una estación de tren en el área de Glilot Norte para mejorar el acceso al cuartel general del legendario servicio de espionaje externo israelí choca con los planes para la creación de otra parada, en Glilot Sur.
¿Cuál es el problema? La distancia entre ambas estaciones sería de solamente 1,6 kilómetros, muy por debajo del mínimo de separación que establecen los estándares de los desarrolladores gubernamentales.
Todo comenzó «en una serie de reuniones iniciadas hace casi un año con el Ministerio de Transporte», cuando «altos funcionarios del Mossad solicitaron la construcción de una estación de tren cerca de su sede en Glilot, al norte de Tel Aviv», indicó un informe del portal Globes.
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Para la comodidad de los empleados
Según la publicación israelí, el Mossad «desea la estación para comodidad de sus empleados y para impulsar su campaña de reclutamiento» y «cuenta con el apoyo» de la municipalidad de Ramat Hasharon, que tiene jurisdicción sobre Glilot.
Globes señaló que, durante una conferencia organizada por la Autoridad de Tierras de Israel a principios de marzo último, el alcalde de Ramat Hasharon, Yitzhak Rochberger, dijo que el Ministerio de Transporte y la empresa Ferrocarriles de Israel «están dispuestos a invertir en una estación» en su ciudad.
La parada, enfatizó, servirá a miles de residentes así como las necesidades de las agencias de seguridad, pero el Ministerio de Finanzas y su División de Presupuesto «no están preparados para invertir en la estación», agregó el portal de noticias, apuntando a los habituales entredichos entre distintos brazos del gobierno.
En un austero comunicado citado por Globes, el Ministerio de Transporte dijo que la construcción de una estación Glilot Norte «se está examinando como parte de los planes de desarrollo estratégico» y «su integración en el tejido de la futura red ferroviaria nacional».
Al parecer, por un tiempo los agentes del Mossad deberán seguir usando sus automóviles o tomar un autobús para llegar a sus oficinas en Glilot, una de las zonas de mayor poder adquisitivo en el país.
Fuente: Israel Económico.