El papa Francisco apareció por primera vez en las celebraciones de la Semana Santa, en el balcón principal de la Basílica de San Pedro, aclamado por 60 mil fieles que festejaban su presencia. “Hermanos y hermanas ¡Feliz Pascua!», dijo el pontífice, sentado en una silla de ruedas, con una voz algo más fuerte que las pocas veces que se lo había escuchado desde que fue internado en el hospital Gemelli, el 14 de febrero. Fue el domingo, pocas horas antes de que el mundo se conmoviera con la noticia su muerte, en la mañana de este lunes.
El pontífice le indicó a un asistente que leyera su discurso dedicado como siempre al deterioro de la paz en el mundo, desgastado por 57 guerras actualmente.
Cercano al pueblo palestino, al israelí y preocupado por el creciente antisemitismo.
“Me siento cercano al sufrimiento de los cristianos en Palestina y en Israel, así como todo el pueblo israelí y a todo el pueblo palestino», dijo.