Un informe médico publicado el martes por el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas advierte que los cuerpos de los secuestrados fallecidos podrían volverse irrecuperables.
Si esto sucede, explica el estudio, sería imposible localizarlos o devolverlos para su entierro.
El informe médico sobre los secuestrados asesinados describe dos dimensiones principales del riesgo.
Primero, la pérdida de información: la preocupación de que el paradero de muchos de los rehenes fallecidos solo lo conozcan unas pocas personas que podrían morir o desaparecer durante los combates, sin dejar constancia documental alguna. Con el paso del tiempo, la brecha de inteligencia se profundiza y disminuye la posibilidad de obtener información directa y fiable para orientar las labores de recuperación.
El segundo riesgo, junto con las lagunas de inteligencia, es el daño a la integridad de los restos debido a las condiciones ambientales: las condiciones en Gaza (calor extremo, inundaciones, derrumbes de edificios y más) comprometen la integridad de los restos y complican su identificación y comprensión de las circunstancias de sus muertes en futuras investigaciones.
El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas declaró que en el Día de Conmemoración de los Soldados Caídos y las Víctimas del Terrorismo, cuando Israel honra a sus caídos y conmemora su memoria, se subraya claramente la urgencia de recuperar también a los rehenes fallecidos para un entierro digno.
El documento de posición advierte que el paso del tiempo erosiona las pruebas, anula los hallazgos y reduce gravemente las posibilidades de recuperación, lo que afecta también la capacidad de facilitar la sanación personal y nacional.
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Por su parte, los autores instan a tomar medidas urgentes para el retorno de los 59 rehenes, incluidos los 35 fallecidos.
Además, el Prof. Hagai Levine, Jefe del Equipo de Salud del Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, declaró: «Existe un peligro real para los rehenes fallecidos, que podría dificultar su retorno para un entierro adecuado. El regreso digno de los rehenes caídos para su entierro, junto con el regreso de los vivos para su rehabilitación, es una condición fundamental para sanar la herida personal, social y nacional. Es una obligación moral y nacional del Estado de Israel hacia sus ciudadanos, parte del pacto no escrito sobre el que se sustenta la sociedad israelí».
«Sin el regreso de los rehenes fallecidos y ante la falta de certeza, las familias se convierten en muertos vivientes, y los caídos siguen siendo muertos vivos», agregó.
Y concluyó: «Esta herida socava la confianza misma sobre la que se sustenta el tejido social».
Fuente: Israel National News.