El Tribunal de Distrito de Beersheba ha condenado a penas de prisión de 3,5 a 5 años a los terroristas implicados en el complot para asesinar al Ministro de Seguridad Naciona de Israel l, Itamar Ben-Gvir.
La sentencia es el resultado de un acuerdo entre la fiscalía y los terroristas, que cambió el cargo original de “conspiración para ayudar al enemigo”, que conlleva una pena de cadena perpetua o incluso la pena de muerte, por “revelación de una decisión de traición”.
El ministro Ben-Gvir respondió: «La fiscalía está deshonrando mi vida y la de todos los ministros del gobierno israelí. El acuerdo con los terroristas que planeaban asesinarme con un RPG (granada propulsada por cohete) es una vergüenza: el grave cargo de «conspiración para ayudar al enemigo», que conllevaba la pena de muerte o cadena perpetua, se cambió por «revelación de una decisión de traicionar», un delito mucho más leve, por el que solo se enfrentarán a hasta cinco años de prisión».
Tal acuerdo envía un mensaje que incentiva el terrorismo: “Sigan intentando asesinar y dañar a representantes del gobierno, y saldrán airosos. El absurdo es doblemente grave cuando se dan cuenta de que nadie se molestó en hablar conmigo antes de llegar al acuerdo y no aceptó mi posición, lo cual viola la ley. Esto no es solo un agravio personal, es un agravio para todo el país. El público israelí sabe que la Fiscalía General está descuidando la vida de los funcionarios electos”.
En noviembre pasado, el Shin Bet y la policía presentaron acusaciones contra tres terroristas que planeaban asesinar al ministro de Seguridad de Israel, Ben Gvir, y a su hijo Shuva’el.
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La acusación, que fue presentada esta semana ante el tribunal militar, indica que durante junio de 2024, el principal acusado, Ismail Ibrahim Awadi, contactó a varias partes con el objetivo de establecer una célula militar, obtener armas y fabricar artefactos explosivos destinados a atacar al personal de las fuerzas de seguridad.
Durante sus intentos de reunir fondos y entrenamiento para la célula que había creado, Awadi contactó con las organizaciones terroristas Hamás y Hezbolá para solicitar ayuda en la ejecución de atentados contra israelíes y figuras importantes. Awadi y su hijo monitoreaban sus rutas, averiguaban el tipo de vehículos en los que viajaban y la cantidad de guardias de seguridad que los rodeaban. Una de las opciones consideradas fue matar a Ben Gvir al llegar al lugar del atentado.