Se formó en Israel y vuelve a su país como la primera anestesióloga cardíaca pediátrica de Ruanda

Mientras sigue en guerra contra una organización terrorista y los ataques antisemitas en todo el mundo, Israel no se detiene en la formación de médicos para todo el mundo al más alto nivel.

En el 2022, la médica anestesióloga Christine Niyibogora escuchó hablar por primera vez de una organización en Israel que atendía a niños con problemas cardíacos de todo el mundo de manera gratuita y que también entrenaba a profesionales de otros países.

Después de hacer los trámites que le recomendó una colega etíope, Niyibogora cumplió su sueño de venir a trabajar y aprender con los expertos de Save A Child’s Heart (SACH), que funciona en el Centro Médico Wolfson, en Holon.

Y ahora, después de dos años de entrenamiento, la doctora Christine vuelve desde Israel a Ruanda para hacer historia: será la primera anestesióloga cardíaca pediátrica originaria del país africano.

Derivada a SACH por el Hospital Rey Faisal de Ruanda, en Kigali, y el Ministerio de Salud de la nación africana, la doctora Christine llegó a Israel justo antes de la guerra que estalló tras el ataque terrorista del 7 de octubre del 2023.

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A pesar de los desafíos, destacaron desde la organización israelí, Niyibogora «se mantuvo centrada y decidida».

Tras el intenso entrenamiento, agregaron, «regresa a Ruanda para continuar su trabajo en el hospital, lista para salvar vidas y forjar el futuro de la cardiología pediátrica en su país».

«Israel se convirtió en mi segundo hogar -declaró la doctora Christine-. Echaré de menos a los médicos israelíes y a los becarios de otros países que se convirtieron en mi familia».

Poco después de llegar a Israel, la anestesióloga contó que la vocación médica la sorprendió cuando uno de sus tíos tuvo un accidente y tuvo que ser hospitalizado. «La forma que lo atendieron los profesionales médicos me inspiró a ser médica y ayudar a otras personas», recordó.

Antes de eso, confesó Niyibogora, «pensaba ser profesora, pero cambié de opinión por completo».

Miles de niños, de todo el mundo

En enero de este año, cuando en Israel todavía se enfrentaban los primeros efectos de la brutal invasión islamista del 7/10, voceros de SACH anunciaban un hito histórico: la organización había alcanzado el hito de 7000 niños y niñas atendidos por sus profesionales cardiólogos.

El protagonista de esa marca fue Kelvin, un niño de 10 años llegado desde Kenia por una derivación del cardiólogo Ombaba Osano, quien -al igual que la doctora Christine, de Ruanda- se había entrenado con el equipo de SACH en Holon.

Cuando Kelvin llegó por primera vez a Israel, los exámenes mostraron que tenía «un gran defecto entre las dos cámaras principales del corazón», explicó en aquella ocasión la doctora Alona Raucher Sternfeld, jefa de Cardiología Pediátrica del hospital Wolfson.

Los médicos israelíes cerraron el orificio durante una cirugía y reemplazaron la válvula por una mecánica. Esa fue la intervención 7.000 de la organización humanitaria fundada en 1995.

Israel Económico