
Este año se realizaran las Macabeadas mundiales y serán las primeras que organiza Israel después del 7 de octubre de 2023 con todo lo que eso representa y significa. Será del 8 al 22 de julio.
Argentina, bajo la organización de la Federación Argentina de Centros Comunitarios Macabeos (FACCMA), concurrirá con una delegación de 530 personas.
En este contexto, Vis á Vis dialogó con el presidente de FACCMA, Esteban Bluvol, quien se refirió a la tarea que se viene realizando desde hace más de un año para el evento, la presencia de Argentina en la “mesa chica” de Macabi Mundial, lo que significó el éxito de los Juegos Panamericanos del 2023 y las expectativas para el segundo semestre del año.
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¿Qué balance hacen de la primera parte del año en FACCMA?
La verdad que venimos con un año muy movido nosotros, súper movido. Una primera parte donde ya pasó el Mega Israel, hace dos semanas, con una fiesta de la comunidad judía entera en Macabi con 5.000 personas. Muy contentos de haberlo organizado con Macabi, la OSM y la OSA.
Después venimos trabajando muy fuerte para la Macabeada de Israel. Esto lleva una preparación. Hace un año y medio que estamos trabajando la previa. Y en este semestre los equipos están entrenando y conformándose los grupos.
También con nuestras ligas habituales que ya entran en etapa de definición. Fútbol, tenis, pádel, futsal. Ya tuvimos encuentros de golf, de tenis de mesa. Y tuvimos muchos eventos de cultura, de cocina, de Escuela Madrijim, de backgammon.
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¿Cómo se está preparando FACCMA para las próximas Macabeadas?
Bueno, me hiciste una buena pregunta. La primera respuesta que te voy a dar es que es distinto a otras veces. Es una Macabeada distinta, totalmente distinta por el contexto, por la situación.
Nosotros venimos trabajando muy fuerte, especialmente con muchos encuentros por Zoom con los padres, con reuniones, con llamados. Personalmente he hablado con más del 50% de los padres de todos los juveniles, muy enfocados a los chicos.
Preparando un equipo profesional, además del entrenador, del ayudante de campo, del preparador físico; con psicóloga, con Madrij, con jefe de misión, con subjefe. O sea, que haya muchos profesionales para trabajar la contención, para trabajar si hay que hablar con los padres, para hablar con los chicos, con los entrenadores. Formando a los entrenadores en protocolos.
Una Macabeada distinta. Esa es la preparación que estamos haciendo.
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¿Y las otras categorías?
Con la Open estamos trabajando bastante y con los veteranos estamos trabajando menos porque entendemos que son distintas situaciones que cada uno manejará y ellos lo saben hacer.

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¿Cómo está compuesta la delegación y en qué número estimás o ya sabés que es la que va a representar a FACCMA y a la Argentina en esta Macabeada Mundial?
Mirá, nosotros el 10 de julio en el estadio Teddy de Jerusalén, si Dios quiere, vamos a desfilar 530 personas. En este contexto te tengo que decir que lo que siento es orgullo. Pero detrás de cada uno de los 530 hay mucho trabajo, muchísimo trabajo.
Aproximadamente entre 435 y 440 son deportistas, y 90 staff (médicos, prensa, psicólogos, entrenadores, dirigentes).
Tenemos 270 juveniles más o menos, Open te diría 120, y el resto veteranos.
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¿Y qué significa para FACCMA llevar en este momento una delegación de más de 500 personas, entre ellos 200 juveniles, teniendo en cuenta que seguramente atrás de cada uno de ellos su familia lo debe haber pensado y ustedes tendrán que haber trabajado sobre eso?
Bueno, correcto, cada familia es un mundo, en cada familia hay una historia, en cada familia hay quizás un papá que quiere y una mamá que no. O una mamá que le encantaría y a un papá no. O un chico que le encantaría y a los papás no. Entonces trabajamos con cada uno para también tratar de generar algún ambiente de seguridad que tampoco nosotros podemos garantizar, porque justamente no es algo que manejemos nosotros. Sí el protocolo, sí lo que hay que hacer.
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Pero entiendo que sí se los garantizaron desde Israel…
Exactamente.
También van nuestros hijos, siempre digo lo mismo. Va mi hija, va la hija de Maro (Mariano Schoch), que es el director ejecutivo, van las hijas de Vero (Verónica Silbergleit), que es la secretaria general, va el hijo de Pampa (Leonardo Senderovsky), que es el jefe de los juveniles.
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Y van ustedes.
Y vamos nosotros, entonces siempre digo lo mismo. Uno no llevaría a sus propios hijos. Pero si vos me preguntás a mí qué es lo que siento, hoy siento emoción y orgullo por esta delegación.
Yo hace mucho que estoy en la movida, fui jefe de delegación de la Macabeada anterior, que fuimos 780 personas, pero era otro contexto. Era otro contexto y las cosas fluían, no te digo muchas solas, pero mucho más de autogestión. Ahora no.

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¿Qué significa para vos ser el responsable de esta delegación?
Siento mucha responsabilidad a mis espaldas, más que otras veces, mucha, mucha responsabilidad. Pero al mismo tiempo un orgullo y una identidad que tengo y que entiendo que estamos pudiendo contársela a todos, especialmente a los padres, que me hace sentir muy bien.
Es difícil de explicar, es una adrenalina interna, me voy a dormir a la noche, me cuesta dormir pensando en ese desfile con todos vestidos, con la campera blanca, con la ropa que pensamos hace más de un año y ahora recién la empezamos a recibir.
O sea, toda esa movida me hace sentir que esto que charlamos con cada papá, si se lo podemos cumplir, que en realidad tiene una sola misión, transformar a estos 210 juveniles en 210 juveniles orgullosos de ser judíos, con más identidad, con más amigos nuevos, escuchando a otros chicos de otras comunidades judías que no lo viven como los que viven acá. Ese creo que es nuestro mandato y nuestro legado, y esperemos que cuando venga el papá me diga, “ché, tenías razón en todo lo que me dijiste”.
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Hay miles y miles de distintas partes del mundo que esta vez se unen con un común denominador. Porque siempre en las Macabeadas une el ser judío y el deporte. Pero hoy, a eso, hay que agregarle también el amor a Israel, es decir, el Hineni, el “estamos acá y respaldamos al pueblo de Israel en este momento difícil”, ¿no?
Mirá, después del 7 de octubre, este es el primer evento que Israel hace grande. Por eso hay tanto compromiso también del gobierno, que me imagino que tiene otras prioridades hoy en la cabeza.
Pero no deja de ser menor. No, por eso, a través del ministerio de Deportes, y ahora también del ministerio de Gobierno, que también le han dado más fondos para poder hacerlo, yo te diría que esta es la Macabeada. O sea, los que han tenido suerte de vivir muchas Macabeadas, esta es la Macabeada.
Es el reencuentro de la diáspora y el Estado de Israel en un momento para decir Hineni más que nunca y para cantar una Hatikva que seguramente ese 10 de julio va a ser inolvidable. Va a haber más Hatikvas, hubo un montón de Hatikvas, pero este va a ser el Hatikva.
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Volviendo a FACCMA, uno de los lemas es “educar desde el deporte”. ¿Cómo lo desarrollan en estos momentos?
A nosotros lo que más nos importa hoy es que el deporte tenga contenido. Contenido para hacer un recuerdo al 7 de octubre, o un recuerdo a la AMIA, o una Brajá para los soldados que están peleando. Eso es educar desde el deporte y esto que nosotros hacemos, comunidad y continuidad judía.
Estamos muy abocados a eso, generando por ejemplo que hoy todos los equipos que entrenan un montón no sea solo para ganar. Tenemos amasados de las chicas, tenemos visitas al Museo del Holocausto, tenemos visitas a LeDor VaDor para que vean cómo nuestros abuelos viven, tenemos Shabat, tuvimos seder de Pesaj.
O sea, tiene que haber contenido porque el deportista, más allá de cabecear bien o tirar bien con la raqueta o lo que sea, tiene que entender que en este momento se va a representar a la comunidad judía argentina y del mundo por su identidad judía.
El resto, si la pelota entra, pega en el palo, nos ponemos contentos y ganan, pero el objetivo de FACCMA no es el triunfo deportivo. Todos los que hacemos deporte competimos para ganar, yo también lo hago, pero hoy el objetivo es totalmente distinto.
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En este contexto por lo que sucedió en Israel el 7 de octubre y, a partir de ahí, el aumento de antisemitismo. ¿Los deportistas de FACCMA lo sufrieron en algunos hechos puntuales? ¿Hubo algún hecho en particular que hubo que intervenir?
Mirá, nosotros, por suerte, gracias a Dios, en nuestra liga, que es la única liga judía del mundo, eso prácticamente no pasa. Porque puede haber, como digo siempre, el folklore, que a veces se pasa de rosca y para eso están los tribunales de disciplina independientes, pero sí nos pasa quizás con muchos equipos de nuestras instituciones que juegan otros torneos y que ahí la contención de FACCMA o de jugar con pares no pasa.
Acá es un buen debate la apertura o la no apertura, si FACCMA debe abrir sus torneos para todos, porque realmente después los equipos hay algún momento, los más competitivos, que se aburren de jugar el torneo de FACCMA y van a buscar otra competencia, cosa que está bien y muchas veces quizás se encuentran con situaciones, digamos, poco amenas, que después terminan trabajándose entre dirigentes o muchas veces con visitas conjuntas al Museo del Holocausto para intentar apaciguar algunas situaciones.
Por suerte, gracias a Dios, nosotros que tenemos más de 120 partidos de fútbol por fin de semana o más de 60 de tenis o más de 50 de pádel o más de 20 de futsal, no lo vivimos internamente.
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¿Qué día está prevista la finalización de la Macabeada y qué día está prevista el regreso de la mayoría? Porque no todo el mundo vuelve de la misma manera que se va, algunos abren pasaje…
El evento termina el 21 de julio a la noche con la clausura que va a ser en Tel Aviv.
Ya a partir de la madrugada (el 22) empiezan a salir vuelos. La mayoría de nuestros vuelos vuelven el 22. Después entendemos que hay un 20% o 25% de la gente que abre el pasaje, se queda en Israel o viaja, arrancan sus vacaciones familiares y nosotros volvemos, como digo siempre, un día después de que vuelve el último.
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¿Y cómo es la agenda posterior de FACCMA en el segundo semestre?
Primero, a las dos semanas de volver de la Macabeada, que ya estamos trabajando, tenemos una delegación que nos va a representar en Pittsburgh, Estados Unidos, en los JCC Games. Este es el tercer año consecutivo que participamos, con una invitación especial del JCCA, que es la organización que junta a todos los JCC.
Estamos participando con una delegación de unas 40 o 45 personas. Otra movida para chicos sub-15 y sub-17, con otro evento, que es una Macabeada, pero donde el deporte claramente, si bien todos van a ganar, tiene mucho más que ver con la socialización.
Después tenemos la Macabeada infantil, que va a ser en Sosiego y Venado. También tenemos el Iajad en Círculo. También tenemos la Macabeada de Veteranos, que va a ser en Punta del Este, este año con un nuevo formato, el segundo fin de semana de noviembre.
Ya estamos trabajando con Bekef, donde empezamos a llevar 400 chicos que terminan su preparación para ser Madrijim. Así que, más los encuentros de Back Gammon, los encuentros de gol, los encuentros de tenis de mesa, las ligas nuestras, tenemos para divertirnos un rato largo.

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¿Cómo estás viendo vos a la comunidad respecto al mundo socio deportivo y FACCMA?
Hoy creo que la vida de la comunidad judía, en su 95%, pasa por lo socio deportivo en los fines de semana, donde casi todo pasa ahí. Los cumpleaños, las cenas, los almuerzos, los días de la madre, los días del padre, alguien invita. Donde el deporte, la cultura, la educación, el teatro, todo está pasando por ahí.
Creo que es un formato que, cuando yo era chico, siempre lo digo, no tenía tanta relevancia en la comunidad. Yo iba al Club Comunicaciones con otros cientos de judíos, pero era como otra situación. Y hoy entiendo que la socio deportiva tiene un lugar preponderante dentro de la comunidad judía.
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La Federación ha implementado diversas estrategias innovadoras, como la transmisión de partidos, el streaming. Si vos tuvieras que caracterizar a esta gestión, ¿cómo harías o qué dirías?
Es una gestión osada. No tenemos miedo a hacer cosas.
Muchas cosas que hacemos para innovar nos salen mal, recalculamos y lo hacemos. Pero entendemos que el mundo que viene es un mundo donde lo online, lo vivo, lo visual, lo comunicacional, no es que va a ser, ya es. Y nosotros con estas transmisiones logramos varias cosas.
Uno, levantarle mucho el nivel al torneo. Dos, nuestros competidores no lo hacen, no lo pueden hacer, les cuesta un montón. Tres, trabajamos mucho porque hemos armado un sistema de sponsorización donde el 90% o el 80% va a la transmisión y al vivo y a que sea algo de calidad.
Hay muchos partidos que lo ve poca gente en vivo, pero a la semana lo vieron mil, y especialmente los mismos jugadores.
Y un punto principal es que en esos partidos no hay ni una situación de violencia ni casi de tarjetas rojas, porque el técnico imagino que le dice “muchachos, va en vivo esto”. Y ya nos ha pasado, lo digo como chiste, pero de verdad, donde partes de ese video han servido para alguna situación disciplinaria, ya sea de oficio, porque el árbitro no lo vio, o para resolver algo que quizás tenía alguna duda.
Pero claramente hay un cambio, digamos, importantísimo, post transmisiones. Hoy estamos transmitiendo cuatro partidos por fin de semana, dos el domingo de la Primera y dos de los Veteranos, donde hay un partido de súpermaster +55, que siempre digo, quizás los nietos lo están mirando en YouTube el sábado.
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Un punto muy importante en la gestión, y que recibió una muestra innumerable de elogios, fueron los Panamericanos del 2023. Fue un punto de inflexión y marcó una diferencia. ¿Vos lo ves así? Y, a partir de ahí, ¿cuáles son los desafíos que vienen para vos y para FACCMA de acá al final de tu gestión?
Bueno, lo veo así, tal cual como decís.
Los Juegos que hicimos fueron increíbles, maravillosos, difíciles de imitar. Se nos dieron muchas situaciones juntas buenas, y a veces hay que tener azar, hay que tener suerte.
Pasó el 7 de octubre, tuvimos que rearmar casi todo el evento con muchas bajas, lo hicimos, pero logramos una admiración internacional de todos los que vinieron. Javier Milei ganó y vino a la apertura con todo su gabinete, eso nos dio una visibilidad especialmente en Macabi Mundial, donde Argentina siempre fue importante, pero después de eso fue muy importante.
Nosotros lo que estamos haciendo es intentando capitalizar eso, o sea, hoy Argentina está sentada en la mesa chica de Maccabi Mundial, hoy Argentina tiene voz y voto en los eventos que vienen, hoy Argentina es consultado para ver si seguimos o no con algo, hoy Argentina no solo en el deporte, sino en la educación, en la cultura, en los viajes, estamos muy metidos. Y hoy un punto que creo que es muy importante es cómo es esta continuidad argentina en el plano internacional, tanto en Latinoamérica, con un rol casi de líder absoluto, y en el mundo, yo lo llamo en la mesa de los Big Five.
Es un lugar donde te llaman para hacer un Zoom y ver con qué postura vas al Congreso, viste donde hay política, la rosca por decirlo de alguna manera. Y siempre tratando de jugar limpio, tratando de incluir a todos. Yo soy un convencido de que la comunidad judía argentina es en mente distinta a todo el mundo, que tenemos que estar juntos, que tenemos que estar unidos. Nosotros creo que somos eso. Somos una comisión muy comprometida, muy involucrada. Entendemos que somos parte de, y nuestra misión es esa, que el legado de la continuidad judía y hacer comunidad, es hacerlo entre todos.
Después, como digo siempre, Dios y la patria te demanden. Siempre va a venir uno que te juzgará, pero creemos que el camino es ese, y es el que tratamos de transitar.