Dos granadas caseras fueron lanzadas en dos lugares distintos de Israel: una fue en la Tumba Raquel, la cual que le provocó una lesión a un hombre que fue trasladado al hospital, y la otra fue en una base de las Fuerzas Israelíes.
Los explosivos no provocaron heridos graves ni muertos, pero asustó nuevamente al pueblo de Israel que viene soportando ataques continuos en las últimas semanas. Un informe secreto de los Servicios de Seguridad de la Autoridad Palestina mencionó que en caso que no se solucione el conflicto entre estos dos países, podría provocarse una tercera intifada. De todos modos, los funcionarios de la Autoridad Palestina en Ramallah aseguraron que no tenían conocimientos de este informe.