La Universidad de Tel Aviv en conjunto con el Instituto Weizmann hallaron un fogón chimenea de 300.000 años, siendo el más antiguo de la humanidad en la cueva de Qesem. Los hallazgos fueron publicados en el Journal of Archaeological Science.
El yacimiento arqueológico cercano a la ciudad de Rosh Ha`ayin tomaron muestras y utilizaron métodos de espectroscopia infrarroja, que fueron capaces de determinar que el suelo se había calentado a temperaturas muy altas, y por este motivo se concluyó que hubo hace mucho tiempo una gran chimenea. También se encontraron huesos de animales quemados alrededor del fogón.
Los investigadores pudieron analizar que en diferentes partes de la cueva se realizaban actividades domésticas lo que llevó a pensar que allí vivieron humanos prehistóricos, y que ese lugar se utilizaba como campamento base en el que iban y venían las personas que habitan en la cueva.