El director ejecutivo de la Federación Argentina de Centros Comunitarios Macabeos (FACCMA), Fabio Fridman, dialogó en exclusiva con la CADENA JUDÍA DE INFORMACIÓN VIS A VIS sobre la exposición «Valentía Macabea durante la Shoá» la cual realizan en conjunto con el Museo del Holocausto y la Unión de Maccabi Mundial, y que será presentada el próximo miércoles 19 de agosto a las 19 horas en la sede del Museo. Además, habló sobre la relevancia que tuvo el deporte para los atletas judíos que eran discriminados durante la Shoá.
– Hace un tiempo firmaron un acuerdo marco de cooperación con el Museo del Holocausto para generar actividades en conjunto ¿de qué se va a tratar la muestra de Valentía Macabea»
– Así es, firmamos un convenio de mutua colaboración para poder potenciar el trabajo de nuestras organizaciones en la difusión de lo que sucedió en la Shoá, y particularmente en FACCMA nos parece que podemos compartir con la gente historias poco conocidas, pero no por eso menos significativas, de miembros del movimiento macabeo que se enfrentaron al régimen nazi de una u otra forma. Tenemos que tener en cuenta que la primera Macabeada Mundial se llevó a cabo en 1932 durante el Mandato Británico y que las organizaciones macabeas en la Tierra de Israel y en el continente europeo tenían una formidable actividad deportiva y social antes de la noche oscura que significó la Shoá para el pueblo judío.
La muestra “Valentía Macabea durante la Shoá” que organizamos conjuntamente con el Museo del Holocausto de Buenos Aires y la Unión Maccabi Mundial refleja la vida macabea en Europa antes de la Shoá, la resistencia de los deportistas judíos frente a la discriminación que sufrían los deportistas a través de la figura de Judith Deutsch, y resaltamos la extraordinaria tarea que realizó Freddy Hirsch en diferentes campos de concentración manteniendo en alta la moral de los chicos y jóvenes judíos tratando, a través del deporte y la recreación, que mantengan una vida lo más sana posible en el contexto terrible que les tocaba vivir.
Además quisimos resaltar la presencia de nuestra delegación en los Juegos Macabeos Europeos que se llevaron a cabo a fines de julio en Berlín, por la simbología que ese evento tuvo cuando 2500 deportistas judíos, entre los cuales estaban 100 argentinos, dijeron «acá estamos, no pudieron con nosotros» y entonaron el Hatikva en el Estadio Olímpico de Berlín.
– ¿Por qué es importante fomentar este tipo de acciones?
– Entendemos que vivimos una época en la que, increíblemente, aún hay que lidiar con los negacionistas de la Shoá. Reflejar lo que pasó en la Segunda Guerra Mundial y antes de ella, especialmente en lo que hizo a la discriminación de los deportistas judíos, servirá para entender mejor lo que pasó con la firme intención de que no vuelva a suceder nunca más.
– ¿Consideras que fue el momento justo para que Berlín organizará las Macabeadas a 70 años de la Segunda Guerra Mundial?
– Siempre es «el momento justo» para un proyecto que tiene un fuerte simbolismo como fueron los Juegos Macabeos Europeos. Aún hoy hay comunidades judías de Europa que sufren la discriminación y el antisemitismo, como en el caso de Polonia, que para mi sorpresa contó con una delegación de sólo 4 deportistas. Europa está viviendo tiempos convulsionados en lo que hace a los enfrentamientos religiosos y dar una muestra de dignidad judía y de integración del mundo macabeo resulta importante en el contexto actual del Viejo Continente.
– Hace unas semanas atrás se cumplieron 50 años de la restauración de la relaciones diplomáticas entre Alemania e Israel ¿crees que el deporte continúa siendo útil como forma de inclusión pese al horror vivido hace 70 años atrás?
– El deporte es un excelente medio para acercar a las personas. Que una delegación de más de 100 deportistas israelíes participen en Berlín de una competencia Macabea Mundial, después de lo que pasó en la Shoá y a 43 años de la Masacre de Münich, es una muestra de un país que mira hacia adelante, sin olvidar, y que encuentra en eventos como este la posibilidad de compartir a través del deporte, la vida judía y el compromiso de los macabeos, junto a las comunidades de la diáspora.