En el templo del Centro Comunitario Chalom se llevó a cabo la conmemoración por los 71 años del Holocausto sefardí perpetrado por los nazis en las comunidades griegas de Rodas, Salónica y Cos. El acto fue organizado por el Museo del Holocausto, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentina (DAIA) y la institución anfitriona, y contó con la presencia de representantes de las entidades comunitarias como FACCMA, Fesela, AMIA, Cidicsef y la Organización Sionista Argentina.
Pasadas las 19 horas se inició el acto bajo un ambiente de recordación y un profundo dolor por la tragedia que sufrieron 2.000 judíos sefardíes que fueron llevados a los campos de concentración de Auschwitz-Birkenau. Muchos murieron en el camino, otros en el campo, y sólo muy pocos lograron sobrevivir para contar su historia como fue el caso de David Galante, Moises Borovich y Melidel Borovsky, estos dos últimos estuvieron presentes en el acto. «Tengan un compromiso explícito con la Shoá para llevar adelante acciones concretas, porque la humanidad no soportará una catástrofe más», destacaron los organizadores del homenaje.
A lo largo del acto se fueron encendiendo 9 velas; la primera estuvo a cargo del presidente de Chalom, Fabián Yohaí, quien en su discurso se preguntó: «¿Cuál es la responsabilidad de la comunidad judía ante esta catástrofe?», y ante este interrogante agregó: «Tenemos el deber moral de educar y transmitir lo ocurrido en la Alemania nazi. Por eso, con el consentimiento de la mesa directiva de Chalom declamó que así como nuestra organización se define como una entidad religiosa y defensora del Estado de Israel, también se define como una institución comprometida totalmente con la memoria activa de la Shoá. Para evitar que los enemigos negacionistas avancen con su mensaje».
La segunda vela fue encendida por el presidente del Museo del Holocausto, Gustavo Sakkal, que luego brindó un fuerte discurso: «Recién estábamos hablando con Fabián Yohaí para firmar un convenio de cooperación por que parte de nuestro objetivo tiene que ver con trabajar todo lo que fue la Shoá en el mundo sefardí (…) Es importante recordarlo año a año, pero me pasa que tengo un sentimiento encontrado esta noche, me pregunto ¿por qué tenemos asientos vacíos? Digo esto por que cuando uno tiene la presencia de un sobreviviente que hace el esfuerzo por venir, como Moises Borovich, que tarea más importante tenemos nosotros que participar recordando estos hechos. Es un llamado de atención para todos. Sí los sobrevivientes hacen el esfuerzo de seguir gritando su historia y no callar, nosotros no podemos dejar de asumir esa tarea de retransmitir el mensaje para las generaciones futuras».
Luego fue el turno el presidente de Federación Sefardí de la República Argentina (FESERA), Osvaldo Sultani, quien señaló: «Todos aquellos que estaban en la diáspora o al frente, estábamos viviendo épocas de angustia y desesperación. Nosotros somos herederos de esta tradición y no nos podemos olvidar». Luego tomó la palabra el presentador quien leyó unas palabras de David Galante, que no se pudo hacer presente en el acto por inconvenientes de salud, y se pasó a encender la cuarta vela. Otro de los oradores fue el presidente del Centro de Investigación y Difusión de la Cultura Sefardí, Mario Cohen, quien reconoció: «A partir del Holocausto hay un onceavo mandamiento, como decía Eli Wiesel, `seguir siendo judíos´, y tenemos una segunda obligación que es memoria y educación». Mientras que el teólogo y director de Culto de la Municipalidad de José C. Paz, Jorge Sánchez, prendió sexta vela, y realizó un interesante discurso acerca de los significados de la palabras shalom y paz, y enfatizó: «Homenajeamos también esa plenitud y armonía, como bien decía David Galante, venimos para festejar la vida, no la muerte».
La última vela, la novena, fue en memoria de las víctimas del atentado a la AMIA, y luego de acercarse al candelabro, el presidente de la DAIA, Julio Schlosser realizó un duro discurso cargado: «El mundo no aprendió por qué pacto con los negadores del Holocausto, y hasta el día de hoy siguen diciendo que el objetivo principal es la destrucción del Estado de Israel. Pero igual, el mundo pacto. Y en la comunidad judía Argentina hay quienes pretenden establecer la diferencia entre el argentino judío y el argentino de origen judío. Cuidado, no nos dejemos engañar (…) No permitan sembrar divisiones entre nosotros, y sepan todos aquellos que se dejan convencer que el problema es doble: hay gente que miente y personas que le creen. Por eso no nos vamos a cansar de repetir… Dios no permita que vuelva a pasar un nuevo Holocausto, pero en caso contrario, la DAIA y la comunidad judía no va a preguntar si son argentinos de origen judío o judíos argentinos. Somos la última generación privilegiada que tenemos el testimonio vivo de aquellos sobrevivientes que lo vivieron. Sepamos aprovecharlo y transmitamos esta enseñanza a los jóvenes».
Por último, antes de recitar el kadish, el Dr. Eduardo Cohen tomó la palabra, y transitó por un mensaje más espiritual para cerrar una noche cargada de emoción y dolor: «Nosotros no hacemos un minuto de silencio por nuestros muertos, eso, no es una costumbre judía. Nosotros realizamos un minuto de acción judía plena. Recordamos a los fallecidos haciendo mitzvot, prácticas, y dedicando un minuto de estudio de nuestra sagrada Torá, aquí abajo, en este mundo físico. Cuando pasan las cosas nosotros no nos preguntamos por qué suceden, porque somos personas de fe, hijos de personas de fe. Solamente nos interrogamos para que pasan las cosas, qué se espera de nosotros después que suceden situaciones como la Shoá».