El príncipe Alberto II de Mónaco se disculpó el jueves por el papel de su país en la deportación de judíos a campos de concentración nazis durante la II Guerra Mundial, más de siete décadas después que la policía arrestase en redadas de numerosas personas en el principado, incluyendo muchas que habían buscado refugio del Holocausto en lo que pensaban era un territorio seguro y neutral.
«Decir esto hoy es reconocer un hecho. Decirlo hoy, en este día, ante ustedes, es pedir perdón», dijo Alberto en un discurso en el que recontó las acciones de la policía monegasca durante la guerra.
A su lado estaban Serge y Beate Klarsfeld, renombrados cazadores de nazis que alentaron al padre del príncipe Alberto a comenzar a examinar el papel de Mónaco durante la guerra.
Alberto develó un monumento en el cementerio de Mónaco en el que están tallados los nombres de judíos deportados del principado. La fecha fue escogida para marcar los 73 años desde que las autoridades monegascas, bajo presiones de líderes colaboracionistas de los nazis en Francia, arrestaron al menos a 66 judíos las noches de agosto 27 y 28 de 1942.
Ellos fueron parte de 90 personas deportadas desde Mónaco, o residentes monegascos deportados de Francia, durante la guerra, de acuerdo con un reporte gubernamental completado este año. Sólo nueve sobrevivieron.
Mónaco era oficialmente neutral al inicio de la guerra y más tarde fue ocupado por fuerzas italianas y luego alemanas.
«Cometimos lo irreparable al entregar a las autoridades vecinas a mujeres, hombres y niños que se habían refugiado con nosotros para escapar de las persecuciones que habían sufrido en Francia», dijo Alberto. «En peligro, vinieron específicamente a refugiarse con nosotros pensando que finalmente encontrarían neutralidad».
El príncipe dijo que el gobierno de Mónaco había aprobado nueve pedidos de compensación por propiedad de judíos deportados confiscada por las autoridades monegascas.
El presidente del Congreso Judío Europeo, doctor Moshe Kantor, dijo: «Saludamos el acontecimiento de hoy y el deseo del principado de examinar apropiadamente su papel en esos días negros de la ocupación nazi».
Por Claude Paris
Fuente: NWITimes