«Mr Kaplan» un hombre con espíritu vital. Análisis de Eduardo Chernizki

La recientemente estrenada película uruguaya “Mr. Kaplan” nos muestra tres situaciones muy disimiles que se unen en una trama por momentos divertida, pero que no dejan de ser amargas para sus protagonistas.

Esta obra del director uruguayo Álvaro Brechner, quien también la escribió y produjo, está basada en el libro “El salmo de Kaplan” del novelista colombiano Marco Schwartz, y  nos permite avizorar como situaciones comunes o normales pueden llevar a un ser humano a encarar proyectos quijotescos.

Nos referimos, lógicamente, a lo que le ocurre a Mr. Kaplan a partir del momento en que toma conciencia que a sus 75 años no solo envejeció, sino que no deja – desde su punto de vista – nada relevante para ser recordado cuando ya no este.

Nacido en Polonia, en el seno de una tradicional familia judía, llega a Uruguay huyendo del nazismo, y allí forma una típica familia judía y adquiere cierto nivel socioeconómico que teóricamente le permitiría vivir tranquilo los años de su vejez, que asume violentamente a partir del momento en que le niegan la renovación de su registro de conductor, y se da cuenta, como decimos más arriba, que a lo largo de sus 75 años no ha hecho nada relevante para ser recordado, pese a que siempre consideró que por llamarse Jacobo, su destino estaba relacionado con Iaacob, el tercer patriarca bíblico del pueblo judío.

A través de la trama escrita por Berchner, se ve obligado a aceptar a Wilson, quien ha perdido a su familia por haber protegido a su cuñado y es un borrachín que busca como recomponer la relación con su esposa y volver a vivir junto a ella y sus hijos.

Kaplan, a partir de lo que le cuenta su nieta, cree haber encontrado lo que lo hará trascender, y como para ello necesita un chofer, acepta la iniciativa de uno de sus hijos, Isaaquito, y comienza a idear un plan para descubrir que un alemán que tiene un kiosco en una de las playas aledañas a Montevideo es un nazi que se escapo de la justicia concluida la Segunda Guerra Mundial y se refugió en Uruguay.

Kaplan desea apresar al “alemán” y llevarlo a Israel para que sea juzgado como Adolf Eichmann, por lo que la pareja que conforma con Wilson es un remedo a Don Quijote y Sancho Panza, que en lugar de caballos y burros utilizan como medio de transporte el automóvil que Mr. Kaplan ya no puede conducir por carecer del registro de conductor o una camioneta que consigue Wilson.

Cuando logra su cometido, apresar al “alemán”, Kaplan descubre que este también tiene su propia tragedia, que de alguna manera también lo incluye. Quizás una frase que el médico que lo atiende le dice a su familia luego que Jacobo Kaplan sufre una descompensación sintetice el mensaje que se desprende a través de los 98 minutos del film “Que viva el tiempo que D’s le dé”, que cada uno viva de la mejor manera posible sin intentar quimeras quijotescas, pero manteniendo el “espíritu vital”, como bien afirma Álvaro Brechner en un reportaje publicado por “Página 12”.

Pero también esta creación de Brechner nos puede llevar a considerar cual es el conocimiento que se tiene de la Shoá, el Holocausto, sufrido por el pueblo judío durante el nazismo, un tema que supera ampliamente este comentario centrado en la película, que consideramos muy conveniente ver.

Sin dudas que “Mr. Kaplan” (2014) en una buena creación filmográfica, que fue nominada para los premios Goya y Ariel (mejor película hispanoamericana) y candidata por Uruguay para representar a su país en los Oscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa; además de haber participado en el Festival de Mar del Plata y en el Festival de La Habana.

Protagonizada por: Héctor Noguera (Jacobo Kaplan), Néstor Guzzini (Contreras), Rolf Becker (el alemán), Nidia Telles (Rebeca), Nuria Fló (Lottie), Leonor Svarcas (Estrella), Gustavo Saffores (Isaac), Hugo Piccinini (Elías), César Jourdan (Carlos), Jorge Bolani (Kilgman), y Augusto Mazzarelli (Weinstein), los 98 minutos de “Mr. Kaplan” conforman una obra que nos obliga a pensar en las íntimas tragedias que afrontamos, cada ser humano, con el paso de los años.

Durante los próximos días “Mr. Kaplan” se exhibe en las siguientes salas de la ciudad de Buenos Aires: Village Recoleta, Arte Multiplex Belgrano, Arteplex V. del Parque, Atlas Patio Bullrich, Village Caballito, Cinema City Gral Paz, Bama Cine Arte,y Cine Lorca; en el gran Buenos Aires: Village Pilar y Showcase Norte de Vicente López. También en el interior del país: Cine América de Santa Fe, Cines del Centro Rosario y Cinema Paradiso La Plata.

 

Lic. Eduardo Alberto Chernizki

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