Escándalo en los Juegos Olímpicos: acusan a un iraní que ganó medalla de oro de pertenecer a un grupo terrorista

Investigan a un iraní que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 por pertenecer a un grupo terrorista.

La situación para el tirador Javad Foroughi se tornó algo más que incómoda en los últimos días.

En la primera jornada de competición, el día después de la ceremonia inaugural, Foroughi ganó el oro en pistola de aire comprimido 10 metros, con récord olímpico incluido.

El tirador logró una puntuación de 244.8 y, a sus 41 años, se convirtió en el medallista de mayor edad en la historia de su país. No se trató de una sorpresa, pues Javad ya había ganado este año las Copas del Mundo de Nueva Delhi y de Osijek.

Posteriormente a la consecución de la medalla, el grupo iraní ‘United for Navid’ (surgido para defender los derechos humanos tras la ejecución del luchador Navid Afkari), solicitó al Comité Olímpico Internacional (COI) que suspenda la medalla de oro de Foroughi, al menos hasta que el deportista sea investigado, afirmando que forma parte de una «organización terrorista».

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¿Y a qué vienen tales acusaciones? Pues a que el iraní ganador del oro en los Juegos Olímpicos es miembro desde hace mucho tiempo de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) del régimen iraní (su ejército), que está catalogado por Estados Unidos como una organización terrorista.

De hecho, su unidad extranjera, la Fuerza Quds, también se considera terrorista en más partes del mundo por su apoyo a Hamás u Hezbollah. En cualquier caso, aquí entran en juego factores políticos, pues EE.UU. incluyó al CGRI en su lista del terror con la oposición de la CIA y de su Departamento de Defensa. No existe un reconocimiento global.

Por su parte, el grupo ‘Unidos por Navid’ advirtió al COI que será «cómplice de promover el terrorismo y los crímenes contra la humanidad» si no actúa.

«Los deportistas clasificados que se adhieren a las reglas internacionales pueden participar si los seleccionan sus países. Hay muchos deportistas de muchos países que pertenecen a las fuerzas armadas en sus países», expresó el COI.

De todas formas, esta no es la primera controversia que se lleva al campo olímpico de Tokio, entre países cuya relación es algo tensa. El comité argelino envió a casa al judoka argelino Fethi Nourine y su entrenador tras la suspensión internacional que recibieron por retirarse de la competición con el fin de evitar la posibilidad de enfrentarse con el israelí Tohar Butbul.