Las sinagogas de Estados Unidos recibieron ataques antisemitas de todo tipo en el último tiempo. Como respuesta, la comunidad decidió poner en primer plano la cuestión de la seguridad.
Los intentos de incendio, el vandalismo, la difusión de material antisemita y los paquetes que contienen posibles materiales tóxicos son sólo algunas de las amenazas a las que tuvieron que enfrentarse recientemente los judíos de Norteamérica.
Según Rebecca Caspi, directora general de la rama israelí de las Federaciones Judías de Norteamérica (JFNA), los ataques antisemitas a las sinagogas fueron más allá del acoso en línea, al punto de que los judíos son objeto de agresiones verbales y físicas.
Caspit, por su parte, describió un incidente de este tipo en Florida. Cuatro hombres empezaron a gritarle a un hombre que llevaba una kipá y amenazaron a su familia. En Austin, en otro ejemplo, se incendió una sinagoga y un rabino recibió una puñalada a la salida de una escuela judía en Boston.
También se descubrieron carteles antivacunas con un Maguén David en al menos dos lugares de Los Ángeles esta semana. Uno de ellos lo pegaron en una caja eléctrica fuera de una sinagoga.
La JFNA, que agrupa a 146 federaciones judías y 300 comunidades judías de EE.UU. y Canadá, decidió no quedarse de brazos cruzados ante la violencia. Establecieron el programa “LiveSecure”, que financia el estado, en colaboración con el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., para proporcionar a las “federaciones locales las herramientas, la formación y los recursos necesarios para mantener la seguridad de nuestros campamentos de verano, sinagogas y aulas”.
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Los 54 millones de dólares de financiación del programa permitirán que las comunidades se conecten a una red especial de vigilancia y seguridad que realizará una evaluación de inteligencia sobre el alcance de las amenazas a los miembros de la comunidad judía que suponen las organizaciones terroristas y antisemitas. Eso permitirá clasificar a cada comunidad según la amenaza a la seguridad a la que se enfrenta.
Además, los expertos buscarán lagunas en la seguridad y trabajarán para mejorar las medidas ya existentes.
Como parte de la mejora, las sinagogas recibirán cámaras de seguridad de circuito cerrado, se instalarán puertas seguras y los miembros de la comunidad recibirán formación sobre posibles amenazas terroristas. También se contratarán guardias de seguridad privados para eventos especiales y determinadas comunidades.
Según Caspi, estas medidas ya salvaron vidas. Las puertas seguras instaladas en una sinagoga en la ciudad alemana de Halle impidieron que un atacante entrara y llevara a cabo una masacre.
A su vez, la Comisión de Derechos Civiles de EE.UU. informó que el número de incidentes antisemitas que se denunciaron en el primer semestre de 2021 fue el doble que en el mismo periodo del año anterior.
Vía Israel Noticias
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