La diputada israelí Idit Silman del partido Yamina, cuya abrupta renuncia a la coalición los privó de su escasa mayoría en la Knéset, tuvo durante mucho tiempo enfrentamientos ideológicos con miembros de los partidos de izquierda de la coalición, incluso antes de que comenzara la reciente controversia, de acuerdo con Haaretz.
Silman ingresó por primera vez a la Knéset en 2019. En su juventud estuvo activa en el partido Datit Leumit, un precursor del ahora también extinto Habait Hayehudi, al que luego se unió.
Originalmente había sido la tercera en esa lista. No obstante, cuando Habait Hayehudi se fusionó con otros partidos de derecha para formar Yamina, quedó relegada al sexto lugar.
Michael Ben Ari, un candidato seguidor del controversial occiso rabino Meir Kahana, fue descalificado para postularse en la lista durante las elecciones de 2019. Lo decidió la Corte Suprema de Justicia de Israel por incitación contra los árabes. Por esa situación, Silman ascendió al quinto puesto y finalmente ingresó a la Knéset.
El entonces primer ministro Benjamín Netanyahu no logró formar un gobierno y los israelíes volvieron a las urnas.
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Antes de su carrera política, Silman trabajó como maestra. Luego ocupó varios puestos gerenciales en el servicio de salud Clalit, el más grande del país, reportó Enlace Judío.
Muchos de sus esfuerzos legislativos se centraron en el sistema de salud. Incluida una iniciativa de ley que ella copatrocinó sobre la congelación de esperma de soldados israelíes. Esto es en caso de que mueran en la batalla y sus familias deseen usarlo.
Silman chocó ideológicamente con el ministro de Salud, Nitzan Horowitz. Ella proviene de un entorno conservador y religioso de derecha, él, miembro del partido Meretz, proviene de un entorno secular y progresista de izquierda.
Sus diferencias comenzaron incluso antes de su disputa actual, con respecto a la directiva de Horowitz para que los hospitales permitan a los visitantes llevar alimentos con levadura durante Pésaj. Esto es en contravención de la ley judía.
Según los medios religiosos de derecha de Israel, Silman visitó en diciembre el centro de visitantes de Jerusalén de la organización antiaborto Efrat, siguiendo las reformas políticas de Horowitz sobre la interrupción de embarazos. Según el sitio web de noticias Kipa, Silman y su familia son colaboradores habituales de Efrat.
Silman fue objeto de críticas por parte de los partidos de oposición de derecha en la Knéset. En especial cuando pusieron en duda su afirmación de que fue atacada el otoño pasado en una gasolinera en Modi’in.
El diputado del Likud, Yoav Kish, la calificó de “manipuladora” y mentirosa.
En noviembre, le dijo al Canal 12 que le habían ofrecido desertar al partido Likud dos veces. Kish tuiteó: “[Yo] me comprometo a oponerme con todas mis fuerzas a cualquiera que venga con la loca idea de que Silman se una al Likud. Preferiría sentarme todo el mandato en la oposición y no admitir a personas sin principios en el Likud”.
El esposo de Silman, Shmulik, ha hablado con los medios de comunicación con relativa libertad sobre sus puntos de vista políticos.
Expresó su apoyo, por ejemplo, para recaudar fondos para la defensa legal de Netanyahu en su juicio por corrupción en curso. El martes insinuó en una entrevista con la radio Galei Israel su deserción del gobierno de Bennett.
“Si Idit regresa a casa”, dijo, “obtendría un gran puesto en el Ministerio de Salud. Todo está bien. No ha pasado nada y no es el fin del mundo”.
En otra entrevista con la estación de radio Galei Yisrael el lunes, se le preguntó a Shmulik Silman si su esposa les había mentido a sus votantes cuando decidió unirse al gobierno actual.
Él respondió: “Creo que se comprometieron con las cosas. Necesitan disculparse… ¿Alguien en el país está diciendo que no son mentirosos?”.