Según Kan, Hamás acordó en principio permitir que dos israelíes ingresen a Gaza para negociar un acuerdo de intercambio de prisioneros.
Desde hace varios años, Sami Obeid, destacado activista en Gaza, y Yoel Marshak, miembro del movimiento kibutziano, intentan promover una iniciativa civil para encontrar una solución al problema de los prisioneros israelíes.
Aparentemente, Marshak y un representante de las familias de los prisioneros ingresarán a la Franja de Gaza para discutir el tema con Hamás.
Desde 2018 el grupo terrorista rechaza esta iniciativa. Pero a principios de este año, Obeid se puso en contacto con el ministerio del Interior de Gaza y recibió, por primera vez, indicaciones positivas de Hamás. Marshak y el representante debían entregar a Hamás cierto artículo que indicaba su voluntad de ingresar a la Franja de Gaza y así lo hicieron.
Hamás, por su parte, dio luz verde de palabra y Marshak pidió un compromiso por escrito para garantizarlo. Mientras tanto, por razones técnicas, solo Marshak permanece en el cuadro de esta iniciativa, sin el representante.
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En el último mes y medio, Marshak se reunió con una figura de seguridad de alto nivel en Israel y lo actualizó sobre el tema de la iniciativa y el acuerdo de principio de Hamás. Pidió que le permitieran ingresar a la Franja para avanzar en el tema. El mismo alto cargo de seguridad le dijo que investigará el asunto.
Además, el ministro de Defensa, Benny Gantz, expresó que el propósito del video publicado por Hamás es chantaje.
Gantz también dijo que Hamás retiene a los cuatro israelíes en violación de la ley y la moralidad. “Son responsables de esto y esperamos que la comunidad internacional actúe contra Hamás. El Estado de Israel está empleando una variedad de medios y continúa tomando todas las medidas posibles para traer a los niños a casa. Este es un problema humanitario y lo estamos tratando», aseveró.
El grupo terrorista anunció que se produjo un deterioro médico en el estado de Hisham al-Sayed. A su vez, publicó documentación que lo mostraba acostado en la cama y conectado a un tanque de oxígeno.
Vía Arutz Sheva