La influencer judía Bari Mitzmann comparte sus luchas con los problemas de salud mental

La influencer judía Bari Mitzmann comparte sus luchas con los problemas de salud mental
La influencer judía Bari Mitzmann comparte sus luchas con los problemas de salud mental

A pesar de su perfecta imagen externa, Bari Mitzmann, 30, una exitosa influencer en los medios digitales, consultora de redes sociales y popular presentadora de podcasts, con decenas de miles de seguidores, lucha desde una edad muy temprana con problemas de salud mental.

Nunca fue diagnosticada formalmente, pero en retrospectiva, ella entiende que manifestó claras señales de ansiedad. Durante la infancia, esto se manifestaba como severos dolores de estómago y dolores musculares. En la adolescencia, las señales se volvieron más visibles y frecuentes, con temblores, hiperventilación, balanceo de un lado al otro e incluso llegó a arrojar cosas.

Poco después de su boda, Bari fue diagnosticada con la enfermedad de Lyme. «Estaba en cama y tuve que dejar de trabajar. Tomaba toneladas de medicamentos que destrozaban mi cuerpo. No tenía una vida. Mi salud mental se vio impactada por todo esto».

Como resultado de sus experiencias, ella supo que probablemente experimentaría depresión postparto, pero nada pudo haberla preparado para su depresión perinatal.

«Cuando estaba en el séptimo mes de embarazo de mi primer hijo, perdí a una amiga cercana que tenía un tumor cerebral, y realmente estaba muy triste. Antes de que ella muriera, viajábamos juntas al trabajo todos los días. Un día, poco después de que mi amiga falleciera, estaba acostada en la cama. Era la mitad de la noche y comencé a sentir un dolor fuerte cuando mi bebé comenzó a patear una vez más. Pensé: Si me pateas una vez más, voy a bajar las escaleras y te sacaré de mi cuerpo. En ese momento comprendí que necesitaba ayuda».

Bari deseaba con desesperación amar a ese bebé, y a sí misma. Recibir ayuda fue instrumental. Comenzó a hacer terapia y a tomar medicamentos y pudo recibir con alegría a su hijo en este mundo. La disposición de Bari a recibir ayuda se debió a una amiga que había admitido abiertamente que al estar embarazada había recibido ayuda de una terapeuta y recibido medicación.

¿Imagen o realidad?

En esa época, el hobby de las redes sociales se estaba volviendo más serio y tomando vuelo. Le ofrecieron su primera colaboración a cambio de recibir productos gratis. «Fueron sólo algunos cinturones gratis, pero me sentía como la chica genial». Cuanto más publicaba, más crecía su plataforma.

«Ni siquiera la depresión perinatal me detuvo. Sentía que tenía que seguir creando contenido, de lo contrario… ¿qué valor tenía?»

Pero muy pronto se convirtió en demasiado para mantenerlo. «Seguía actuando como si todo estuviera bien. Pero en lo más profundo, tenía una gran lucha».

Después de tener el bebé, los niveles de estrés y la sensación de estar abrumada se incrementaron. Pero ella sentía la incesante necesidad de crear y publicar contenido.

«Tres días después de dar a luz me vestí con un vestido vintage, con joyas y maquillaje. Todo esto mientras tenía debajo la ropa interior de postparto». Ella siguió publicando, son importar lo que eso le provocaba. A pesar de no poder levantarse de la cama para enfrentar sus responsabilidades personales, de alguna manera lo hacía para sacar fotos y publicarlas por internet.

Bari recuerda el momento en que comprendió que no podía seguir manteniendo esa fachada. «No había salido de casa, ni siquiera me levantaba de la cama. Mi esposo me obligó a salir de la cama y me llevó a Whole Foods. Le pedí que me sacara una foto en el pasillo porque finalmente estaba vestida y ‘me veía linda’. Eran las 6 de la tarde. Esa noche, examiné la foto y me sentí muy decepcionada. La maternidad no era una broma y me estaba pasando la factura. Mis expectativas de mí misma para las redes sociales eran demasiado elevadas y finalmente me estaba derrumbando».

En vez de escribir una línea típica, ella se quebró y escribió:

Esta foto fue tomada a las 6 de la tarde la semana pasada. Yo me levanté de la cama y me vestí por primera vez a las 4:30. No estaba motivada a hacer nada, no comer, trabajar ni cuidar a mi familia. Nada.

De alguna manera, mi esposo logró sacarme. Le pedí que me sacara una foto, porque necesitaba algo para Instagram.

¿No es muy triste? Que no pueda funcionar, pero por la preocupación de ganar o perder seguidores, me saque una foto que da la sensación de que la vida es perfecta. ‘Ey, mírenme haciendo las compras. Puedo cuidar a mi bebé y al mismo tiempo verme maravillosa. ¿No les parece que mi vida es asombrosa?’. No voy a seguir fingiendo en mi cuenta. Mi búsqueda de la felicidad gana sobre la búsqueda de aprobación digital.

La respuesta a esta publicación fue abrumadora. La gente le agradeció a Bari por su sinceridad, mientras que otros le pidieron perdón por haber estado celosos de su vida «perfecta».

Una persona escribió: «Gracias por ayudarme a sentir que no soy un fracaso. Las fotos dan la sensación de que tienes todo bajo control. Yo no puedo acomodar mi vida».

Abierta y sincera

Como embajadora de muchas organizaciones de salud mental, Bari desea borrar la vergüenza que rodea a los problemas de salud mental. Ella es abierta sobre el hecho de que ella y su esposo van juntos a terapia. Ella publica sobre cosas que muchos no discutirían en público.

Por ejemplo, en su aniversario, ella escribió: Te amo casi tanto como amo a nuestra terapeuta matrimonial. El propósito de esto fue disipar el mito de que su matrimonio, o cualquier matrimonio, es perfecto.

Cuando decidió compartir que luchaba contra la enfermedad de Lyme y tenía episodios de salud mental, sus seguidores la apoyaron.

Bari tiene límites respecto a lo que está dispuesta a compartir y lo que mantiene en silencio. Sólo comparte experiencias sobre las cuales ya ha trabajado. «La experiencia no puede estar demasiado fresca y cruda. De esa manera, si alguien me hace una pregunta o un comentario al respecto, no me sentiré atacada».

Las dos preguntas que se formula a sí misma para decidir si publicar o no algo son: ¿Va a estar bien si alguien me desafía, critica o detesta lo que comparto? ¿Va a ayudar a otras personas?

Bari siente de forma apasionada que la fe y la ansiedad no son mutuamente exclusivas. «Existe la idea de que si crees que Dios es quien controla todo, entonces no puedes deprimirte ni sentir ansiedad. Esta es una perspectiva errónea y falsa. Uno puede tener fe en el Todopoderoso y también sufrir de un desequilibrio químico… o ser simplemente humano».

«Aprendí que tengo un cuerpo, tengo una mente y soy un alma. Antes consideraba que mente y alma eran una entidad. A veces, lo que pensaba que era mi alma era sólo el trauma o una autoimagen negativa. Mi alma no quiere que haga de todo una catástrofe».

«Dejar de hacer de todo una catástrofe fue liberador. Si piensas que eres tus pensamientos, eso puede no ser verdad. La mayoría de los pensamientos vienen de nociones preconcebidas e ideas subconscientes. La gente no comprende que recibimos mucha información, todo el tiempo. Es mucho. Eso es lo que forma nuestros pensamientos. No todos esos pensamientos nos pertenecen. No todos esos pensamientos son correctos. Sólo porque lo pensamos, no implica que así sea.

Algunos pensamientos con los que sigue luchando en la actualidad son:

Sólo intentas llamar la atención

Eres una impostora

Eres una madre terrible

Eres una esposa terrible.

Bari comprendió que fingir sólo puede llevarla hasta cierto punto. Comenzó a trabajar sobre sus emociones en una terapia basada en la iluminación espiritual. «Gran parte de mi relación con Dios se basaba en el miedo a la retribución. Mucha gente me veía como una persona inspiradora, pero yo no dejabna de pensar: ‘Oh, genial, soy un fraude'».

Enfrentar la ola

Bari tuvo que volver a entrenar a su cerebro para adoptar una perspectiva sana respecto a su vida, sus elecciones y su religión.

«Cuando hay demasiadas cosas en juego y no me siento capaz, mi cuerpo reacciona. Comienzo con una presión en el pecho. Mis manos comienzan a temblar. Mi corazón late con fuerza y me hace mucho calor. Entonces mis pensamientos comienzan a correr cada vez más rápido. Puede que esto no sea específico, pero siento la urgencia de salir.

«A veces comienzo a pensar cosas como: si no haces esto o no contribuyes, entonces eres un fracaso. En un comienzo mi terapeuta me ayudaba a decodificar estos pensamientos y sentimientos. Ahora he mejorado y, por lo general, puedo ayudarme a mi misma en esos momentos».

Para Bari, cuidarse a sí misma es una prioridad. «Estoy tan ocupada cuidando a los demás que a veces me olvido de mí misma. Para mí, cuidarme a mí misma es una clase de yoga, respirar lentamente, tomar un baño de inmersión. Soy una persona sensorial, y me aseguro de tener al alcance objetos sensoriales que me calman».

Ella también se da permiso para asentar sus sentimientos y recordar que puede y va a seguir adelante. Bari utiliza técnicas de distracción y cable a tierra. Acude a sus sentidos para expresar lo que siente, lo que ve y lo que toca para ayudarse a volver a la realidad.

Cada uno tiene su lucha

Bari cree que la salud mental es algo con lo que todos luchamos en cierto grado. «El hecho de que tenga una etiqueta no lleva a que esté peor que otros. Hay mucha vergüenza asociada a la salud mental, pero no debería ser así. Nadie se avergüenza si se quiebra el brazo. Eso no los disminuye como persona, pero  necesitan llevar yeso y curarse. Lo mismo ocurre con la enfermedad mental, que requiere que uno haga todo lo que esté a su alcance para estar en el mejor lugar posible».

Kanye West y las espantosas consecuencias

Bari señala que Kanye West es un ejemplo de las consecuencias de una pobre salud mental.

«Los comentarios antisemitas de Kanye son espantosos y tuvieron consecuencias catastróficas. Cuando alguien está en un mal estado mental, es muy fácil que gravite hacia ideologías extremas. Esta no es la primera vez que él ha declarado cosas espantosas sobre otros grupos de personas y, probablemente, no será tampoco la última vez. Ya sea que Kanye esté o no enfermo mentalmente, él sabe quiénes son los chivos expiatorios de la sociedad y debe ser considerado responsable de sus actos. No excusamos un comportamiento terrible diciendo que alguien tiene una enfermedad mental, y él no puede esconderse detrás de ningún diagnóstico.

«Además, Kanye West hace lo contrario de lo que yo aliento a la gente a hacer cuando enfrentan una crisis de salud mental. Él tiene una larga historia de problemas de salud mental, pero en vez de buscar la ayuda que necesita y mantenerse fuera de las redes sociales durante el tiempo que precise para curarse, las vuelve a usar para dañar a otras personas. En su caso, el daño es enorme. Muchos de sus seguidores ni siquiera comprenden que probablemente se encuentra en un episodio de manía. Algunas personas lo consideran un genio verdaderamente inspirador. El hombre necesita recibir ayuda con urgencia».

No el factor definitivo

Hoy Bari se encuentra en un buen lugar. Ella desea que el mundo sepa que hay esperanza y luz al final del túnel. «La gente no me ve como una persona con una enfermedad mental. Más bien me ven como una esposa, una madre, una exitosa mujer judía. Una mujer me dijo que gracias a que compartí mi historia, ella ya no se avergüenza de su propia lucha. La enfermedad mental no tiene que ser el factor que define tu vida».

Bari aconseja a quienes tengan dificultades de salud mental que busquen ayuda y apoyo. «Tener el coraje de pedir ayuda, abrirse y compartirlo con alguien en quien confías es un gran primer paso. Quedarse estancado dentro de tu cabeza puede ser realmente peligroso y asusta mucho».

«Si tienes un amigo o un miembro de tu familia con una enfermedad mental, trata de ser un punto de apoyo. Tengo una amiga que se acercó cuando yo estaba mal y me preguntó: ‘¿Cómo puedo estar a tu lado?’. Ella no me dijo: ‘Si necesitas algo, déjamelo saber’. Ella me formuló una pregunta directa. Como ella es la clase de persona que dice lo que realmente piensa, pude pedirle ayuda de forma específica».

Los gestos pequeños, deliberados, pueden tener un impacto enorme en quienes se encuentran en dificultades, y todos podemos beneficiarnos al sentir que quienes nos importan se preocupan por nosotros y no son sólo nuestros seguidores, tan grande o pequeño como sea ese grupo.

Puedes seguir a Bari en @barianna y @womanofvalorpodcast en Instagram o a través de su sitio web barianna.com

Fuente: Aish Latino

Leer más – Reino Unido: suspendieron a un hincha de AFC Wimbledon por hacer el saludo nazi

Leer más – Israel: terrorista abatido en Binyamin

DEJAR UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí