El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, anunció la formación de una investigación independiente para examinar las acusaciones de que 12 empleados de la UNRWA participaron en el ataque del 7 de octubre, informó Enlace Judío.
El equipo de investigación estará dirigido por la exministra de Asuntos Exteriores francesa, Catherine Colonna, y trabajará junto con el Instituto Raoul Wallenberg de Suecia. También participarán el Instituto Chr. Michelsen de Noruega y el Instituto Danés de Derechos Humanos.
El equipo comenzará su actividad el 14 de febrero y presentará un informe provisional al Secretario General de la ONU en marzo.
Más de una docena de países, incluido Estados Unidos, recortaron la financiación a la UNRWA tras los informes de que los empleados de la UNRWA fueron cómplices de las atrocidades cometidas el 7 de octubre.
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El Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, calificó las pruebas que Israel proporcionó contra los empleados de la UNRWA como “altamente creíbles”.
El mes pasado, el comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, anunció que la agencia de la ONU había iniciado una investigación sobre los empleados que presuntamente estuvieron involucrados en los ataques del 7 de octubre y agregó que había roto los vínculos con esos miembros del personal.
A Estados Unidos le siguieron Canadá; Australia; el Reino Unido; Finlandia; Alemania; Escocia; los Países Bajos; Francia y Japón al anunciar la suspensión de la ayuda a la UNRWA.
Guterres y otros funcionarios de la ONU han denunciado la reducción de la ayuda a la UNRWA a pesar de las graves acusaciones contra la organización, argumentando que la UNRWA es necesaria para mantener la situación humanitaria en la Franja de Gaza.
El gobierno israelí también ha declarado que un porcentaje significativo de los empleados de la UNRWA tienen vínculos directos con Hamas y otras organizaciones terroristas y que las escuelas de la UNRWA enseñan a los niños de Gaza a odiar y matar a israelíes y judíos.
Según un informe del The New York Times, uno de los trabajadores de la UNRWA está acusado de secuestrar a una mujer. Otro repartió municiones y un tercero habría participado en la masacre del Kibutz Be’eri, donde asesinaron a 97 personas.