Emocionante despedida a un sobreviviente del 7 de octubre que recibió el alta tras 9 meses de recuperación

Sahar Ben Sela
Sahar Ben Sela

Sahar Ben Sela, sobreviviente de la masacre del 7 de octubre, recibió el alta del hospital Ichilov tras 9 meses.

Fue el primer herido en llegar al hospital, luego de poder escapar milagrosamente ya que el arma del terrorista de Hamás se atascó en el momento que lo iba a matar.

El joven de 30 años que se encontraba en el festival Nova relató, pocos días después de la masacre, lo que vivió: «Todo estaba tranquilo, bien, uno de los mejores festivales, cuando comenzó a llegar ‘todo’: cohetes, disparos, fuego».

«Pararon la música, nos avisaron que había sirenas de emergencia, que no se escuchaban del todo bien por el ruido, y después de unos minutos, los productores de la fiesta gritaron: ‘Hay terroristas’. Y nos fuimos como pudimos», contó.

Tanto Sela como sus 10 amigos pudieron acceder a sus coches, que no estaban cerca, porque había mucha gente. Vieron a un policía y éste los condujo a un refugio antiaéreo comunitario de hormigón. «Éramos unos 30. Después de unos minutos, los terroristas empezaron a dispararnos y neutralizaron al policía que estaba justo delante de nosotros», expresó.

«Lanzaron una primera granada que explotó en la entrada del refugio. Después de un minuto de gritar, rezar y chillar de dolor, lanzaron otra granada que me dio en la cabeza. Me apoyé en la pared pero había dos filas de personas. La onda y la metralla impactó sobre otras personas. Por eso estoy vivo», afirmó el sobreviviente del 7 de octubre.

El resto del testimonio fue entrecortado, llorando, pero expresó que el terrorista entró en el refugio, enfadado y armado, y se puso a disparar contra todos. Dijo que «murió todo el mundo», de todas las filas que quedaban, menos él. En su caso, una bala le dio en el codo y unos trozos de metralla le hirieron en la pierna y en un pulmón. «Creo que su arma se atascó porque escuché un ruido y salió corriendo», declaró.

Cuando pudo, Sela salió del refugio. No había nadie ni nada. Habló con la policía y pidió refuerzos, por si seguían los terrorista por la zona. «Fue el infierno en la tierra, una masacre completa. Lo que hicieron nunca podrá perdonarse. Nos mataron sin piedad a corta distancia. Se comportaron como criaturas inhumanas, disparando y obteniendo placer de ello, con sonrisas en sus rostros», aseveró.

Testimonio de Ben Sela dos días después de la masacre del 7 de octubre.

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