Temeroso ataque antisemita contra tres personas, una de ellas de 80 años, en una biblioteca

Bob Campbell, de 80 años, uno de los agredidos
Bob Campbell, de 80 años, uno de los agredidos

Tres asistentes pro israelíes fueron víctimas de un ataque antisemita en un evento pro palestino en una biblioteca de Carolina del Norte (EE.UU).

El evento público, titulado “Lecciones estratégicas de la resistencia palestina”, se llevó a cabo en la Biblioteca de West Asheville. Se trató de una de las múltiples sesiones antiisraelíes que tuvieron lugar durante una feria del libro “anarquista” de tres días.

David Moritz (54), hijo de sobrevivientes del Holocausto, Monica Buckley (48) y Bob Campbell (80) son los tres ciudadanos judíos que se hicieron presentes.

En el acto participaron entre 60 y 80 activistas antiisraelíes. Casi todos con mascarilla, con excepción de un activista que, según se informa, asiste habitualmente a los actos de la zona sin mascarilla.

Según Moritz, Buckley y Campbell, el evento celebró y glorificó la masacre de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre.

Los tres asistentes pro israelíes estaban sentados en silencio junto a una pared del fondo. Se les pidió que se pusieran mascarillas, cosa que hicieron.

En un momento, según se observa en un video que circuló en las redes sociales, el conductor detuvo el evento, atrayendo la atención de todos hacia los tres asistentes pro Israel.

Los demás participantes expresaron su preocupación por el hecho de que su evento público fuera transmitido en vivo por “sionistas”. El presentador inmediatamente bromeó sobre la posibilidad de que se cometiera un “asesinato aquí”.

Luego, le preguntó a los asistentes: “Dejaré que ustedes decidan. ¿Qué quieren hacer?”.

A los asistentes proisraelíes se les dijo inmediatamente que se fueran, mientras varias personas gritaban “adiós”.

Después de un debate más extenso, el conductor pidió que levantaran la mano para ver cómo proceder. Un asistente dijo: “No son ‘ni de coña’ bienvenidos aquí”. Se escuchó a otra persona decir: “No confío en ellos”.

Aproximadamente a los dos minutos y 20 segundos del video, los activistas comenzaron a rodear a Moritz, Buckley y Campbell.

El 80% eran mujeres, aunque un grupo de hombres se paró sobre los asistentes pro Israel, aplaudió y gritó “Palestina libre”. Luego, el video se vuelve negro mientras el audio continúa con una lucha clara.

Luego, en una entrevista posterior, las víctimas del ataque antisemita en la biblioteca contaron que un activista le arrebató el teléfono a Buckley, lo que provocó la violencia de la turba contra los tres asistentes pro israelíes. Según relataron, la mujer recibió puñetazos, patadas y pisotones; le robaron el teléfono y lo encontraron después en una propiedad cercana.

Los tres ciudadanos judíos informaron que los sacaron a rastras de la biblioteca.

Campbell, un veterano militar de 80 años con cáncer y un stent en el corazón, fue pisoteado, agredido y empujado al suelo; una huella del pie era claramente visible en sus pantalones cortos.

Captura de video del evento, previo al ataque
Captura de video del evento, previo al ataque

También le quitaron el teléfono y lo encontraron en un basurero. La policía local animó a Campbell a que fuera al médico.

“Tengo los brazos destrozados”, contó Campbell a The Algemeiner. Para recibir tratamiento médico, acudió a un centro de Asuntos de Veteranos de EE.UU., donde le determinaron “contusiones graves”.

“Lo que realmente me molestó fue que estaba tirado en el suelo y había un tipo grandote encima de mí”, dijo Campbell. “La bibliotecaria llegó a la puerta, me miró directamente a los ojos, se dio la vuelta y regresó caminando sin hacer absolutamente nada. No llamó a la policía”.

Moritz recibió una brutal paliza, con un golpe claramente visible en su cabeza. Una vez que los activistas lograron sacarlos afuera, uno de ellos le hizo una llave de cabeza antes de que pudiera liberarse.

Monica Buckley y David Moritz
Monica Buckley y David Moritz

Según Moritz, al hombre que le puso la llave de cabeza se le permitió marcharse incluso después de que se lo señalara a la policía.

Buckley contó que uno de los atacantes la reconoció y le dijo: «Mónica, relájate, no luches».

Una persona fue detenida por la policía.

 

Vía WIN

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