Yaakov Hagoel, presidente de la Organización Sionista Mundial: «Los terroristas ahora se convirtieron en víctimas; y el pueblo de Israel, en depredadores, simplemente el reino del revés»

Yaakov Hagoel- Foto Leonardo Kremenchuzky
Yaakov Hagoel-foto-Leonardo Kremenchuzky

Este lunes se realizó la velada de Liderazgo y Sionismo convocada por el Departamento de Emprendimientos Sionistas de la Organización Sionista Mundial, la Netzigut de la Organización Sionista Mundial, la Organización Sionista Argentina y la Agencia Judía para Israel, con la presencia del Presidente de la Organización Sionista Mundial, Yaakov Hagoel, el embajador de Israel en Argentina, Eyal Sela y delegaciones que se encuentran en Argentina con motivo de estar presente el 18 de julio cuando se conmemore el 30 aniversario del atentado a la AMIA.

Hagoel y Sela junto a Demián Stratievsky y Silvio Joskowicz fueron los oradores principales del evento que reunió a más de 200 personas en el Salón Fresno del Golden Center en Parque Norte.

Discurso completo de Yaakov Hagoel

Embajador de Israel en Argentina, Eyal Sela.

Presidente de AMIA, Amos Linetzky.

Presidente de la Organización Sionista Argentina, Demian Stratievsky.

Presidentes de organizaciones, rabinos, directores de escuelas, líderes comunitarios.

Damas y caballeros, estimados:

Estamos reuniendo aquí, en Buenos Aires, dirigentes de la comunidad judía argentina, activistas sionistas, judíos que no perdemos la esperanza.

Este es mi primer encuentro con ustedes desde el 7 de octubre, el día en que todos despertamos a una realidad nueva y difícil, una realidad que temíamos que llegara, una realidad que cambió el rostro de todo el pueblo judío.

Estamos aquí, para dialogar sobre los numerosos desafíos que enfrentamos como nación.

Estamos aquí para transformar nuestra situación de crisis en una oportunidad.

Hoy, después de más de nueve meses sangrientos, estamos en el medio de una guerra prolongada, en la que nuestros jóvenes luchan incluso en este momento en diferentes frentes, operando en callejones, buscando a los secuestrados, combatiendo contra terroristas, atacando y defendiendo. Todo esto sucede con valentía y desde un sentido de responsabilidad con la defensa del pueblo y de la patria.

Desde aquí, a una distancia de más de doce mil kilómetros, saludamos a las Fuerzas de Defensa de Israel, a los comandantes, a los combatientes y a todos los integrantes de las heroicas fuerzas de seguridad. ¡Estamos con ustedes y estamos confiados en su victoria!

Saludamos también a nuestro pueblo, el pueblo de Israel y las comunidades judías de la Diáspora, por permanecer firme y unido, incluso en las horas, los días, las semanas y los meses difíciles que estamos atravesando. Somos una única nación.

No nos olvidamos ni por un momento de los secuestrados, quienes, con una crueldad insondable, fueron arrancados de sus camas, severamente torturados y transportados hacia donde impera el mal, a túneles oscuros, y que esperan ansiosamente escuchar tres palabras en hebreo: “Vinimos a rescatarlos”.

Rezamos por el regreso de los secuestrados, por la elevación de las almas de los caídos y de los asesinados, por el regreso de las familias evacuadas de sus hogares y por la victoria absoluta de nuestros soldados en la guerra prolongada por nuestra existencia.

Damas y caballeros,

Nos enfrentamos a un gran número de desafíos. Me gustaría compartir con ustedes una pequeña parte de ellos.

Antisemitismo:

La guerra que nos declararon el 7 de octubre no es sólo una guerra contra el Estado de Israel. Es una guerra contra todo el pueblo judío, en Israel y en la Diáspora.

En paralelo a la masacre en el Estado de Israel, se produjo la señal de liberar los tentáculos del antisemitismo en todo el planeta. Cuando los terroristas emprendieron su brutal campaña de muerte, no gritaban «Masacrar a los israelíes”. Gritaban “Masacrar a los judíos”. Un mecanismo planificado y organizado, auspiciado por Irán y sus socios del eje del mal, fue lanzado a través de la campaña venenosa y cruel en contra de Israel y de los judíos. Las redes sociales se llenaron de incitación salvaje, de narrativas puramente antisemitas. Células terroristas latentes están despertando y los activistas salen a las calles. Llamados horribles de “Muerte a los judíos” se escuchan en todo el mundo. Las acusaciones de masacre, incitación, amenazas contra las comunidades judías e incluso el asesinato de judíos son parte de nuestra realidad en tiempos recientes.

La cara verdadera de quienes portaban las banderas de la “Defensa de los derechos humanos” quedó revelada. Se niegan a condenar, incluso en un comunicado, el brutal ataque.

Los terroristas ahora se volvieron víctimas; y el pueblo de Israel, en depredadores. Simplemente el reino del revés.

Las entidades de asistencia de la ONU; sí, de la ONU; colaboran con el enemigo, ocultando, hiriendo y asesinando israelíes. Desde escuelas que durante años educaron para el asesinato de judíos, disparan contra nuestros soldados. ¿Cómo se convirtieron escuelas en un avispero para la santificación de la muerte mientras el mundo calla? ¿Cómo se convirtieron lugares de culto en campamentos militares y depósitos secretos de armas mientras el mundo calla? ¿Cómo se convirtieron instituciones académicas en todo el mundo en lugares que promueven el antisemitismo mientras el mundo calla? ¿Cómo es que callan las organizaciones que enarbolaban las causas de “Derechos civiles” y “Defensa de las mujeres” frente a las brutales violaciones del 7 de octubre?

El ataque del 7 de octubre es un ataque del islam radical contra el pueblo judío en particular, pero también contra los principios de la libertad y el mundo occidental en general.

El aumento del 600% en los incidentes antisemitas en el mundo debe alertarnos a todos los aquí presentes. La guerra es contra mí y contra ustedes, contra los valores de justicia y de moral, contra el pueblo judío, pero también contra el mundo libre; y debemos señalarlo, protestar, advertir, gritar: “¡El rey está desnudo! ¡El mundo libre es el próximo en la fila!”

Damas y caballeros:

Estos días se cumplen treinta años del brutal atentado a la AMIA. En el pasado, al igual que hoy, el mundo se mantuvo al margen. Quedaron al descubierto los esfuerzos por encubrir y sabotear la investigación sobre el atentado. Han pasado 30 años y la voz de la sangre de nuestros hermanos clama a nosotros desde la tierra. Llamo al presidente argentino, Javier Gerardo Milei, a agotar todos los recursos para posibilitar la investigación.

El sábado pasado, el gobierno argentino declaró a Hamás organización terrorista internacional. Este es un paso pequeño pero importante en el regreso a la cordura de los países con respecto a los miembros del eje del mal y sus representantes

Hablo hoy ante ustedes con el corazón apesadumbrado, pero también con gran esperanza y fe. Estamos aquí, no sólo para recordar los acontecimientos difíciles que estamos atravesando, sino también para fortalecernos ante ellos y consolidarnos. Porque sólo en medio de la crisis y el dolor podremos emerger más unidos y fuertes.

El pueblo judío ha sido perseguido a lo largo de la historia. Atravesamos numerosas crisis difíciles y dolorosas. Desde la destrucción de los Templos, pasando por la expulsión de España y hasta la Shoá, nos enfrentamos a horrores inimaginables. De cada fractura, conseguimos unirnos, preservar nuestra identidad judía y fortalecernos. “Cada judío es responsable por el otro”: esta frase no es sólo un eslogan, sino la piedra fundamental de nuestra existencia.

yaakov Hagoel-foto-Leonardo Kremchuzky
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Destino compartido y desafíos actuales:

Los acontecimientos del 7 de octubre fueron un duro golpe, pero también nos demostraron lo fuertes y unidos que somos. No podemos permitirnos regresar a la fragmentación reinante antes del 7 de octubre. La falta de respeto mutuo, el desprecio por el otro, provocaron grietas en nuestra sociedad. Grietas que hoy todo el mundo conoce – aprovechadas por nuestros acérrimos enemigos – porque cuando no estamos unidos, cuando no actuamos como un único pueblo, con un solo corazón – somos vulnerables.

Un pueblo con la frente en alto:

Debemos ver esta crisis y convertirla en oportunidad. Como enseñanza, como lección y como fortaleza. Somos un pueblo, con valores judíos y sionistas. De todo dolor y crisis, nace una oportunidad. Una oportunidad de cambiar la realidad, unirnos y de liderar. Este es el momento de levantar la cabeza con orgullo judío.

Aliá:

Uno de los valores más importantes del sionismo es la aliá. Cuando veo que la demanda de aliá no disminuye, a pesar de las amenazas y peligros, entiendo cuánta fuerza tenemos como pueblo. En contraste con los días oscuros de la Shoá, hoy tenemos un Estado fuerte, tenemos un hogar nacional. El Estado de Israel, la Torá de Israel, las Fuerzas de Defensa de Israel y la fe en la eternidad de Israel son nuestro escudo, son nuestra esperanza y nuestra fuerza. Desde el 7 de octubre, llegaron a Israel aproximadamente 20.000 nuevos olim.

Estos son datos alentadores, que refuerzan el ánimo e impulsan el crecimiento económico. Son aún más alentadores porque los olim llegan por elección. Israel necesita nuevos olim hoy, exactamente como los olim necesitan a Israel: como hogar, como lugar seguro, como realización de valores. La aliá por elección es un interés compartido por todos nosotros. Es un win-win. Tengo la expectativa de que al año después de la guerra, lleguemos a tener unos 100.000 nuevos olim. ¡Asombroso!

Aún nos queda mucho trabajo y distintos desafíos por delante.

Nos dedicamos a nosotros mismos, a nuestras parejas, a nuestras familias, a nuestro trabajo y a nuestro sustento. Como líderes del pueblo judío, ha llegado el momento de que todos juntos, cada uno en su área, invirtamos en el futuro, en la continuidad de nuestro pueblo: un futuro más unido, con mayor identificación y con mayor conexión con sus raíces, con la tradición y con el Estado de Israel.

Netzaj Israel Lo Ieshaker. La Eternidad de Israel no mentirá.

¡Am Israel Jai!

Muchas gracias.

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