Fuerte denuncia de una universidad por antisemitismo: qué medidas tomó el establecimiento

Fuerte denuncia de una universidad por antisemitismo: qué medidas tomó el establecimiento
Fuerte denuncia de una universidad por antisemitismo: qué medidas tomó el establecimiento

Más de 500 estudiantes hablaron de sus experiencias en el día a día universitario -tanto en las aulas, como en los dormitorios del campus o en las redes sociales-, durante las manifestaciones iniciadas en Columbia que se extendieron por Estados Unidos para protestar contra la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, tras los atentados del 7 de octubre. Hubo una fuerte denuncia por antisemitismo. 

«Los dolorosos y penosos incidentes de antisemitismo relatados en este informe son completamente inaceptables. Son contrarios a nuestros valores y a los principios de investigación abierta, tolerancia e inclusión que nos definen», dice la presidenta interina Katrina A. Armstrong en una declaración.

«Las experiencias de estos estudiantes demostraron que existe una necesidad urgente de remodelar las normas sociales cotidianas en todos los campus de la Universidad de Columbia», agrega.

Según el informe, algunos estudiantes no se animaban a dar su opinión por miedo a ser identificados y denigrados. Esto no sólo ocurría con los estudiantes sionistas. También afectó a muchos judíos propalestinos.

A un estudiante judío que había participado en las protestas a favor de Palestina lo llamaron «judenrat» (rata judía), «judío simbólico», «judío que se odia a sí mismo», «vergüenza».

Otro contó que había visto cómo agredían verbalmente a una estudiante que llevaba una estrella de David y un kéfiyeh, el pañuelo palestino.

«Cualquier expresión de conexión con Israel -amigos o familiares allí, tiempo pasado en el país- bastaba para dañar las relaciones con otros estudiantes», señalan los autores.

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«Los problemas que hemos encontrado son serios y generalizados» y el pacto social está roto», concluyen los autores.

Algunos de los hechos se produjeron incluso antes de que un grupo de estudiantes propalestinos instalaran un campamento para exigir un alto el fuego en Gaza y el retiro de inversión por parte de la universidad en activos relacionados con Israel o la venta de armas a este país y que culminó con la ocupación del edificio Hamilton Hall, antes del desalojo policial.

«Las experiencias durante este periodo son incluso más extremas», dicen los autores.

Armstrong señala que «ésta es una oportunidad para reconocer el daño que se ha hecho y comprometernos a hacer los cambios necesarios para hacerlo mejor y volver a dedicarnos, como líderes de la Universidad, como individuos y como comunidad, a nuestra misión fundamental de enseñanza e investigación».

El pasado 15 de agosto, la rectora de la Universidad de Columbia, Nemat (Minouche) Shafik, muy cuestionada por parte del profesorado y de alumnos por permitir el ingreso de las fuerzas del orden al campus para desalojar las protestas, anunció su dimisión.

Fuente: RFI

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