Desde la óptica de Israel, el impacto humano de la guerra en Gaza no solo se reflejó en las bajas de combate, sino también en una creciente crisis psicológica dentro de sus tropas que derivó en suicidios. Un reciente informe del Ejército israelí reveló que 38 soldados se quitaron la vida en 2023 y 2024, lo que representó un récord en los últimos 13 años.
La trágica cifra coincidió con el ataque perpetrado por la organización palestina Hamas el 7 octubre de 2023 contra bases militares y comunidades agrícolas lindantes a la Franja de Gaza. La masacre de 1.200 israelíes y el secuestro de otros más de 240.
Las bajas militares de Israel
Desde que se desató la guerra en Gaza, en Israel rigió una gran preocupación sobre la salud mental de los militares israelíes. Empezando por el ataque a varias bases militares en octubre de 2024, que dejó un saldo de 329 soldados israelíes muertos. La situación empeoró cuando el Ejército de Israel inició una incursión terrestre en Gaza, que resultó en 390 bajas adicionales.
Además, 11 soldados murieron en el territorio palestino. Se trató del mayor número de víctimas en el frente interno fuera de las zonas de combate.
Sin embargo, esta movilización tuvo un costo psicológico significativo, especialmente para aquellos reservistas que regresaron al servicio tras años fuera del frente. La presión constante de la guerra, combinada con las difíciles condiciones del conflicto y el asedio de la población civil palestina, creó un ambiente de estrés extremo para muchos soldados.
El informe destacó que 38 soldados se quitaron la vida en 2023-2024, un número que superó cualquier cifra registrada en los últimos 13 años. Este aumento coincidió con la escalada del conflicto en Gaza, y reflejó una crisis emocional creciente dentro de las fuerzas armadas israelíes. Los suicidios no fueron atribuidos exclusivamente a la guerra en Gaza, pero el Ejército reconoció que el contexto contribuyó al aumento de casos.
A medida que el conflicto se intensificaba, el Ejército israelí desplegó una movilización masiva de reservistas, convocando a más de 300.000 soldados. La medida provocó que en junio de 2024 la Corte Suprema dictaminara por unanimidad que los judíos ultraortodoxos, también conocidos como haredíes, deben cumplir el servicio militar obligatorio, poniendo fin a una exención que duraba casi 80 años.
El conflicto con el Líbano también causó víctimas: a ambos lados de la frontera, 37 soldados israelíes murieron en el frente norte debido a los combates contra Hezbolá y a los cohetes y ataques con aviones no tripulados.