El Instituto Weizmann, una de las principales universidades de Israel, anunció que obtuvo la aprobación oficial para poner en marcha su nueva escuela para desarrollar y enseñar la medicina del futuro.
«Ya se trate de inteligencia artificial, biología computacional o ingeniería médica, el mundo de la medicina y la ciencia se enfrenta a una serie de revoluciones» en estos tiempos, señalaron desde el Weizmann, que tiene su sede en Rehovot, en el centro del país.
Como parte de «un intento por abordar esos desafíos emergentes», la universidad dijo que puso a punto «un programa único para formar a la próxima generación de médicos-científicos».
El innovador programa de estudios ya fue aprobado por el Consejo de Educación Superior de Israel y se espera que la Escuela de Medicina Miriam y Aaron Gutwirth abra sus puertas en octubre de 2025, anunciaron un comunicado.
Enfrentando una «necesidad apremiante»
Por su propia naturaleza, explicaron desde Rehovot, el mundo de la ciencia «avanza a un ritmo más rápido que el de la medicina».
Por eso, el proyecto «nació de la necesidad apremiante de cerrar la brecha entre la ciencia de hoy y la medicina del mañana». La universidad israelí dijo que «el enfoque innovador del programa consistirá en unificar y entrelazar sus componentes clínicos y de investigación».
Según se adelantó, los grupos de estudio de esta escuela para la medicina del futuro serán reducidos y la mayor parte del tiempo se dedicarán a la práctica y la investigación, más que a las clases teóricas.
Además, la naturaleza multidisciplinaria de la investigación permitirá a los estudiantes especializarse no sólo en ciencias de la vida, sino también en física, química, matemáticas e informática, «al tiempo que tendrán acceso a la infraestructura científica más avanzada del mundo».
En paralelo al trabajo en las aulas y los laboratorios, los alumnos tendrán una formación clínica en importantes centros médicos de Israel, como el centro médico hospital Sheba -a menudo señalado entre los mejores hospitales del mundo- y el Sourasky de Tel Aviv (Ijilov).
También en el campus de salud Rambam y el Hospital Samson Assuta de Ashdod, así como en hospitales gestionados por el Grupo Clalit, una de las principales aseguradoras médicas del país.
Se espera que el programa admita anualmente a un máximo de cuarenta estudiantes con títulos de grado o posgrado. Al finalizar su formación podrán optar por una doble titulación: un doctorado en medicina y un doctorado en investigación.
Inscripción abierta y hay becas
La inscripción ya está abierta y, como en otros programas de estudio del Instituto Weizmann, no se cobrarán tasas de matrícula y todos los estudiantes podrán optar a una beca, informaron los voceros de la famosa universidad israelí.
Existe «una creciente necesidad de médicos que tengan un conocimiento profundo de las ciencias básicas y aplicadas, y de las herramientas y la capacidad para traducir los descubrimientos científicos en tratamientos nuevos y mejorados», dijeron los profesores Ayelet Erez y Liran Shlush.
La «visión» detrás del proyecto, agregaron Erez y Shlush, jefes de grupos de investigación en el Weizmann, médicos en ejercicio y elegidos para dirigir el programa, es «crear una nueva generación de médicos científicos que sean líderes en medicina e investigación biomédica».
«Serán profesionales capaces de identificar desafíos clínicos urgentes, ofrecer a los pacientes la oportunidad de participar en ensayos clínicos y diseñar y llevar a cabo investigaciones innovadoras que conduzcan a terapias revolucionarias», prometieron.
Por su parte, el presidente del instituto, el profesor Alon Chen, destacó que «educar y capacitar a la próxima generación de médicos-científicos refleja la visión del Weizmann de aprovechar el poder de la ciencia para el beneficio de la humanidad».
Quienes egresen de esta escuela para la medicina del futuro estarán capacitados para resolver «problemas de los pacientes y de los sistemas de atención», completó Chen, «desafiando las convenciones y utilizando herramientas científicas y pensamiento de investigación».
Fuente: Israel Económico.