Con el corazón partido. Por Vicky Ludmer

con-el-corazon-partido-dias-de-dolor-angustia-enojo-vivimos-las-personas-de-bien
con-el-corazon-partido-dias-de-dolor-angustia-enojo-vivimos-las-personas-de-bien

Días de dolor, angustia, enojo, hasta furia son los que estamos viviendo las personas de bien alrededor del mundo.

Judíos y no judíos. Esto se trata de una cuestión de humanidad, aunque el mundo en su mayoría parezca haberlo olvidado.

El regreso en ataúdes de una madre con sus dos criaturas, una de las cuales es hasta difícil de identificar con el método habitual de identificación de cadáveres que es por comparación de los dientes ya que al momento de ser cruelmente secuestrado no tenia siquiera dientes, y de un anciano que dedico su vida a sostener un mensaje de paz justamente con quienes resultaron ser sus verdugos nos interpela en lo más profundo del ser.

Si siempre pensé que la tradición judía y nuestros textos son un océano de contradicciones, creo que esta semana, estos días, son la muestra mas profunda de dicha circunstancia.

Esta semana leemos Mishpatim.

Mishpatim son oraciones, la construcción con las palabras del instrumento humano que habilita la comunicación.

Mishpatim también son juicios, sentencias u ordenanzas, la construcción humana que regula la convivencia y que establece Justicia.

Ambas construcciones están ausentes en este tiempo.

Es en esta porción de la Tora donde se habla del trato a los secuestrados y a los asesinos.

Es aquí donde se determina Ojo por Ojo, Diente por Diente. La reciprocidad en la retribución del mal infligido a cualquier persona. Reciprocidad de la que se ha hablado tanto en estos 500 días.

Hace días que circula en las redes la sentencia de Ni Olvido ni Perdón, y realmente es muy difícil sentir o pensar de otra manera. Y al mismo tiempo me surge la pregunta de ¿hasta cuándo?

¿quién y cómo corta de cuajo esta cadena de horror y barbarie?

Los mensajes de maestros espirituales de todos los tiempos nos invitan permanentemente a vibrar en la frecuencia del amor y la compasión, aun en situaciones de dolor y de ataque. Y así vamos por la historia.

Nuestro pueblo tiene experiencia en trascender los horrores mediante la plegaria y la Emuna, la fe. Así hemos sobrevivido por mas de 3000 años.

Ani maamin ve emuna shlema….. yo creo con fe absoluta…. Así cantamos y recitamos hace siglos.

Y muchos de nosotros seguimos creyendo que así debe ser.

Sin embargo, vibrar en amor y compasión no debe ser interpretado como un pase libre para el ataque indiscriminado. Poner la otra mejilla no es una premisa absoluta.

Y acá es donde aparecen las posibles contradicciones, los desafíos morales a los que nos vemos enfrentados desde hace más de 500 días.

Es sabido que para el Pueblo Judío pocos valores hay superiores al de la vida. Elegirás la vida, siempre. Desde el mandamiento divino de No Mataras, hasta discusiones talmúdicas en las que se establece que no es permisible entregar una vida ni siquiera para salvar miles de otras.

En honor a esto es que estamos pagando el precio altísimo, a pesar del silencio y la complicidad del mundo, de intercambiar ataúdes por terroristas, sabiendo que probablemente esos terroristas vuelvan a atacarnos en algún lugar del mundo. Así lo han reafirmado una y otra vez, y creo que es lo único verdadero que ha salido de sus bocas.

Por otro lado, también es una norma emanada de nuestros textos que si alguien viene a matarte debes matarlo primero.

¿Entonces? ¿Qué hacemos?

¡Qué difícil que es elevarnos por encima de la emoción más visceral que aflora ante cada imagen desgarradora!

Y sin embargo esa es la danza sobre la que tenemos tristemente tanta práctica. Nuestros textos nos acompañan en el dolor y en la disyuntiva.

Honrar y elegir la vida, pagando el precio necesario, mas también defendernos y hacer lo necesario para impedir y repeler un nuevo ataque.

Seguir caminando la historia con la frente alta, el corazón herido y la fe mas profunda que pese a todo saldremos victoriosos de este trance.

¿Cuál es la victoria? Seguir existiendo a pesar de los esfuerzos denodados de los agentes del mal que buscan destruirnos.

El mundo ha confundido venganza con justicia. Nosotros no.

Hoy, y desde hace 503 días tenemos el corazón roto. Nuestra alma colectiva no deja de llorar. Y nuestro espíritu sigue adelante.

Honramos la vida. Respetamos a los vivos y a los muertos. Y nos defendemos respetando dichos valores.

Una vez más, Am Israel Jai. Le pese a quien le pese.

Vicky Ludmer-

Abogada, Coach ontológico y Practitioner en PNL.

Actual Secretaria de Fundacion Pardes y asesora de Hanoar Hatzioni Mundial.

DEJAR UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí