Activistas propalestinos vandalizaron el sábado uno de los campos de golf de Trump en Escocia en respuesta a su plan sobre la Franja de Gaza.
BREAKING: Palestine Action wreck Trump's golf course in Turnberry, Scotland.
"GAZA IS NOT FOR SALE" is sprayed across the lawn and the golf course's holes are dug up.
Whilst Trump attempts to treat Gaza as his property, he should know his own property is within reach. pic.twitter.com/ZoH8joHEYi
— Palestine Action (@Pal_action) March 8, 2025
Los activistas atacaron el campo de golf y hotel Turnberry de Trump en el suroeste de Escocia durante la noche, pintando “Gaza no está a la venta” en letras gigantes en el césped y usando pintura en aerosol roja en la pared exterior de la casa club, reportó Enlace Judío.
El grupo Palestine Action dijo que “rechaza el trato de Donald Trump a Gaza como si fuera su propiedad para disponer de ella como quiera”.
“Para dejarlo claro, le hemos demostrado que su propia propiedad no está a salvo de actos de resistencia”, dijo en un comunicado.
La policía de Escocia dijo que recibió un informe de daños en el campo de golf en las primeras horas del sábado y que las investigaciones están en curso.
Trump Turnberry calificó el activismo de “acto infantil y criminal” y dijo que se asegurará de que no afecte a su negocio.
El futuro de Gaza es incierto, ya que la primera fase de un alto el fuego que puso fin a la guerra de 15 meses entre Israel y Hamás terminó sin claridad sobre lo que vendría después, porque la segunda fase del acuerdo aún no se ha negociado.
Mientras tanto, Trump ha pedido que la población de Gaza sea reubicada en otro lugar de forma permanente para que Estados Unidos pueda hacerse cargo del territorio y desarrollarlo para otros. Los palestinos han rechazado rotundamente los pedidos de que se vayan.
Turnberry es uno de los 10 campos en rotación para albergar el Abierto Británico, el más antiguo de los cuatro campeonatos principales de golf masculino.
Sin embargo, no ha organizado el evento desde que Trump compró el campo en 2014 y renovó varios hoyos.
En noviembre, Martin Slumbers, que en ese momento era el director ejecutivo del organizador del Abierto Británico, el R&A, dijo que no había planes inmediatos para que el evento regresara a Turnberry.