Me fui por Cristina, por sus cómplices, por los periodistas ensobrados, por los artistas militantes y por los políticos que se hicieron los ciegos mientras el país se caía a pedazos.
Sí, me fui también por ella.
Porque Cristina Kirchner robó, desvió fondos públicos, mintió, y usó el discurso de los pobres para enriquecerse con sus amigos.
Porque armó un sistema mafioso disfrazado de política.
Pero si querés saber la verdad, me fui más por el pueblo que todavía hoy la defiende.
Por los que salieron a las calles después de una condena firme de la Corte Suprema, no para celebrar la justicia, sino para atacarla.
Por los que lloran a Cristina como si fuera una mártir, y no una ex presidenta condenada por corrupción, con pruebas, con juicio justo, con sentencia unánime del máximo tribunal.
Y no, Cristina no está proscripta. Está condenada.
No la bajaron de un cargo por pensar distinto.
La bajó la Justicia, porque se robó el país.
Me fui porque esa cultura de impunidad todavía grita, marcha, toma universidades, amenaza con hacer destrozos.
Como si no les alcanzara con haberse enriquecido.
Como si todavía les debiéramos algo.
Como si no hubieran perdido las elecciones.
Porque las perdieron.
Y ese dato no es menor.
Hoy gobierna un presidente que, con todas sus formas y contradicciones, representa algo nuevo.
Un presidente que no firma pactos con Irán, sino que defiende al pueblo de Israel.
Un presidente que, casualmente, hoy está en Israel, el país al que yo vine buscando dignidad.
Me fui cuando Milei todavía no había ganado.
Me fui cuando parecía que no había salida.
Y tal vez hoy esa victoria sea una señal de que no todo está perdido.
Que se puede cambiar.
Que no todo da lo mismo.
Y ojalá este nuevo gobierno,
y sobre todo, esta nueva Justicia que ayer demostró que en Argentina todavía hay República,
marquen el inicio de una nueva etapa.
Una etapa donde no haya políticos intocables.
Donde no haya ladrones aplaudidos.
Donde todos los presidentes —de cualquier partido— sepan que si roban, su destino va a ser el que hoy empieza a vivir Cristina Kirchner:
el de una delincuente condenada.
Y si la ley funciona una vez, puede funcionar siempre.
Por eso me fui.
Y por eso, quizás, algún día pueda volver.
Gabriela Keselman Lob (Sissi Emperatriz) hizo Aliá junto a su familia a comienzos del año 2022
Comparto todos los motivos que tuviste. Aunque no estaban los K cuando me fui.
Volví por temas familiares y ya estoy vieja para más cambios.
Te felicito.
אין לנו ארץ אחרת.
Feliz porque se hizo hizo justicia. Pese a toda la mafia que se puso al servicio de encubrir a esa mujer. Que compro silencios y hasta logró que se impulse el freno a la querella. Los alcances de esa mujer llegaron hasta la muerte de nuestro querido Nisman .que dio su vida por los suyos ejemplo que no muchos siguieron por cuestiones que no son de justificación alguna.
Con esta nueva historia de la argentina replanteo lo que FIRMO un dirigente y dios sabrá que hubo tras eso.se termino laa impunidad gracias a dios
Que tanta injusticia trajo a nuestra nuestro pueblo tantos muertos en amia y la embajada .
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