Un estudio del Instituto de Tecnología Technion en Israel comprobó que comer granada previene el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares por los altos niveles de colesterol.
El profesor Michael Aviram y su equipo de investigación descubrió que cuando se combina una dosis baja de las estatinas (tradicional medicamento para reducir el colesterol), la granada ayuda a contrarrestar la formación de depósitos de colesterol en las paredes las arterias que pueden bloquear el flujo de la sangre al corazón y al cerebro, produciendo un paro cardíaco o un derrame cerebral.
Las granadas contienen ambos fitoesteroles y antioxidantes muy potentes: «Por lo tanto, los concentrados de jugo de granada pueden retardar la oxidación del colesterol, y además disminuir los valores del mismo sin causar efectos secundarios no deseados en los pacientes que toman dosis altas de estatinas», comentó Aviram.