«He pedido en un informe reciente dirigido al ministro Eduardo Bonomi (Interior) la protección especial de la Embajada de Israel, de los funcionarios de la embajada, de cada uno de ellos, y deactividades de la colectividad judía en Uruguay», subrayó en una entrevista con la emisora El Espectador.
Almagro señaló que se trata de «tener prevención absoluta» y «precauciones especiales porque hay un ambiente de aguas agitadas».
«No ha habido amenaza iraní. Prevengo sobre una circunstancia y una situación. A mí no me gustan esas casualidades y ordeno que se cumpla con mayor vigilancia. No hay una amenaza, pero son hechos raros. Un maletín al lado de un contenedor de basura. Otro artefacto colocado más lejos y fuera del alcance de cámaras. Acá hay cosas que no me gustan, entonces pido eso», manifestó el canciller.
En una entrevista con Radio Espectador Almagro se refirió así a la información suministrada la semana pasada por un diario israelí, según la cual en enero fue expulsado de Uruguay un diplomático iraní por su presunta relación con un artefacto hallado junto a la embajada de Israel.
El Gobierno uruguayo negó este viernes que haya habido tal expulsión, pero informó de que el pasado 10 de diciembre llamó a consultas al embajador iraní para preguntarle por la presencia del automóvil de un diplomático de ese país en las inmediaciones de la antigua sede de la Embajada de Israel en Montevideo.
Según un comunicado oficial emitido el viernes, la llamada a consultas obedeció al hallazgo, el 24 de noviembre de 2014, en la zona donde estaba estacionado el automóvil del iraní de «un maletín», del que no se dio más detalles.
«En estos casos, cuando hay relaciones tan sensibles entre dos países y se da la circunstancia de que esté este maletín allí, inofensivo, muy bien. Para nosotros se nos puede acusar es de actuar con excesivo celo profesional y curarnos demasiado en salud. No presumimos nada. Si yo presumiera, la conversación no era en esos términos sino en otros», apuntó el canciller.
Cuando fue llamado a consultas, el embajador iraní aseguró que la presencia del automóvil del funcionario en el lugar próximo a la Embajada israelí fue casual porque había asistido a una consulta médica en la zona.
Al respecto, Almagro sostuvo que «no es admisible esa casualidad y no quiero más casualidades de este tipo. La embajada de Irán tiene que tener claro que existen 200.000 ópticas y pueden ir a otro lado a atenderse».