En el marco de la polémica por el discurso que dará el primer ministro de Israel, Binyamin Netanyahu, ante el Congreso de los Estados Unidos, el presidente norteamericano, Barack Obama, dijo que no tiene en mente un encuentro con «Bibi» en su visita en el mes de marzo, y aseguró que una reunión sería «inapropiada» por la cercanía con las elecciones en Israel.
«Pese a lo mucho que quiero a Ángela (Merkel), si ella estuviera hoy a dos semanas de elecciones (en su país) probablemente no habría recibido una invitación para venir a la Casa Blanca, y sospecho que ella tampoco la hubiera pedido», explicó Obama, en una conferencia conjunta que brindó con la canciller alemana.
Cabe destacar que hay un gran enojo en la Casa Blanca, ya que la invitación a Netanyahu fue realizada por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, sin consultarlo con Obama.
En referencia a la relación Estados Unidos-Israel, Obama reconoció que existen diferencias «muy serias» con respecto al plan nuclear iraní y a las conversaciones que lleva adelante su gobierno. En ese sentido, el presidente norteamericano se manifestó en contra de Netanyahu y de congresistas estadounidenses que apoyan más sanciones, y dijo que creen que «no es posible llegar a un acuerdo con Irán y que ni siquiera debería intentarse».