Con ese textual comienza una serie de tuits en el que el presidente de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), Agustín Zbar, le dio la «bienvenida» a la nueva conducción de la Delegación de Asociaciones Israelita Argentina (DAIA), presidida por Jorge Knoblovits, que ayer ganó las elecciones con el 66% de los votos.
«Hoy comenzó a perecer definitivamente la DAIA en una típica bochornosa jornada argentina donde se violaron todas las reglas; parecía una reunión de la AFA, con barras incluídos. Gam Tzu le Tova», fue la publicación.
En otro de los mensajes, Zbar se refirió a Carlos Broitman, integrante de la lista «Construyendo Futuro», ganadora de la elección: «Carlos Broitman apareció en la TV como abogado de la madre de las bengalas y dijo que venía de la elección de la DAIA (es verdad, yo lo ví). Su lista ganó en la DAIA. Comments?»
Hoy comenzó a perecer definitivamente la @DAIA en una típica bochornosa jornada argentina donde se violaron todas las reglas; parecía una reunión de la AFA, con barras incluídos. Gam Tzu le Tova.
— Agustin Zbar (@ZbarAgustin) 27 de noviembre de 2018
Carlos Broitman apareció en la TV como abogado de la madre de las bengalas y dijo que venía de la elección de la DAIA (es verdad, yo lo ví). Su lista ganó en la DAIA. Comments? https://t.co/1ynLtzAbOo
— Agustin Zbar (@ZbarAgustin) 27 de noviembre de 2018
La DAIA, para la mayoría de los judíos de la Argentina, feneció ya hace mucho tiempo, desde que, como institución se corrompió, asó como se dice que un organismo biológico se corrompe cuando ha dejado de cumplir con su función natural.
Sr. Agustín Zbar, basta de ventilar sus diferencias político institucionales por fuera de los canales respectivos.
Y al respecto debo decirle que: no estoy de acuerdo con mucho de lo que la DAIA dice y/o ejecuta en ciertas áreas de su incumbencia específica… pero que las recientes y actuales autoridades de la AMIA (con una muy limitada representatividad real) tienen nula legitimidad para denostar a la totalidad comunitaria representada en la DAIA, y menos aún por fuera de los ámbitos institucionales.
De una vez por todas, Ud. como presidente, y las restantes autoridades de la AMIA, debieran comprender que ésta última -aún con su extenso número de asociados- es una entidad más entre tantas que conforman la DAIA, y que el dar vuelo a disputas de cúpula solo sirve para alimentar a los carroñeros externos de siempre.