Una profesora en Francia recibió una sentencia de prisión en suspenso tras portar un cartel antisemita en una manifestación anti Covid contra el gobierno.
Cassandre Fristot (34) fue fotografiada en la manifestación en la ciudad de Metz el 7 de agosto con un cartel garabateado con los apellidos de varias figuras conocidas de la política, los negocios y los medios etiquetados como “traidores”.
Muchos eran nombres judíos, como el financiero estadounidense George Soros, el filósofo francés Bernard Henri-Levy y la ex ministra de salud francesa Agnes Buzyn.
El cartel, que también tuvo al presidente, Emmanuel Macron, y al actual ministro de Salud, Olivier Veran, también llevaba la pregunta «¿pero quién?», un hashtag que utilizan los teóricos de la conspiración para perpetuar la afirmación antisemita de que los judíos controlan los medios.
Fristot fue concejala local del Frente Nacional de extrema derecha de Marine Le Pen (ahora llamado Rally Nacional). La suspendieron de su trabajo como profesora de alemán a raíz de la imagen. Ella negó que fuera antisemita.
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La sentencia de seis meses en suspenso que dictó un tribunal de Metz fue más dura que la de tres meses que solicitaron los fiscales.
Fristot recibió, además, la orden de pagar entre un euro y 300 euros en daños a ocho grupos antirracistas que se unieron al caso como demandantes.
Por su parte, Annie Levi-Cyferman, abogada de la Liga de Derechos Humanos de Francia, elogió la sentencia como «una victoria para todo lo que constituye una incitación al odio» y elogió al tribunal por no «dejarse engañar» por el mensaje «oculto» del letrero.
El cartel, que se viralizó ampliamente en las redes sociales, provocó indignación en la clase política y entre los activistas contra el racismo.
El ministro del Interior, Gerald Darmanin, lo calificó de «despreciable» y prometió castigos para la profesora antisemita.
«El antisemitismo es un crimen, no una opinión», twitteó en agosto.
Durante el verano, decenas de miles de franceses se manifestaron en contra de la introducción de un pase que exige que las personas demuestren que se vacunaron contra el COVID, que dieron negativo al virus o que ya tuvieron la enfermedad para poder acceder a bares, restaurantes, cines, etc. teatros, gimnasios y otras instalaciones.
Vía The Times of Israel
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