Horacio Roitman, presidente de la DAIA local, abogó por una buena convivencia ciudadana, mientras procedía -junto a funcionarios municipales- a cubrir la pintada antisemita (una cruz esvástica) que apareció hace dos semanas en el templo judío ubicado sobre calle 1° de Mayo al 2100, detrás del Palacio Municipal. “No hay que menospreciar las expresiones de odio, cualquieras sean, porque nunca se sabe donde terminan”, aseguró.
La actividad de desagravio estuvo a cargo de la Municipalidad, con la presencia del director de Derechos Humanos, Publio Molinas. “Hemos tomado el rol de pintar esta expresión de odio que apareció en el frente de la sinagoga. Estamos convencidos de que no podemos permitir como ciudad que sigan sucediendo estas expresiones”, señaló.
Al respecto, anticipó a El Litoral que el municipio se encuentra preparando un convenio de colaboración con diferentes instituciones para que cada vez que ocurran hechos de similares características, desde el Gobierno local se proceda a resguardar el espacio público, tapando este tipo de pintadas cuando ocurran.
“No podemos permitir una construcción ciudadana con este tipo de inscripciones de racismo, de odio”, remarcó el funcionario.
Por su parte, Roitman vio con buenos ojos el involucramiento del municipio en este tipo de hechos. “Es fundamental para una buena convivencia ciudadana que dejemos de ver todas estas expresiones de odio en la ciudad. Así que estamos muy satisfechos con la iniciativa de la Municipalidad de venir a pintar estas paredes, y fundamentalmente con el convenio para que cualquier expresión de odio sea tapada y no se visualice a diario en la ciudad”.
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El acto antisemita se produjo el 13 de octubre en la ciudad de Santa Fe, en uno de los edificios de la comunidad judía.
