Altos funcionarios diplomáticos de Arabia Saudita afirmaron que el estado del Golfo busca normalizar las relaciones con Israel.
“La dirección de las relaciones entre Arabia Saudita e Israel es la normalización, pero llevará más tiempo y no debemos poner el carro delante del caballo”. Así lo manifestó el ministro de Estado de Relaciones Exteriores de Arabia, Adel Al-Jubeir.
El mes pasado, el príncipe heredero Mohammed bin Salman presentó una lista de demandas a cambio de progreso, todas dirigidas a Washington. El «tema palestino» no se mencionó en la conversación.
Según i24NEWS, Al-Jubeir también se reunió con funcionarios de la comunidad judía estadounidense (AJC) en Washington, donde entregó mensajes sobre las futuras relaciones con Israel. Al-Jubeir dijo que el progreso en la normalización israelí-saudí está en curso, pero que se requiere más tiempo para que dé sus frutos.
“Israel y otros estados del Golfo se normalziaron gradualmente durante años. Se debe permitir que el proceso madure”, señaló el ministro.
Por su parte, un funcionario del AJC le dijo a un diplomático israelí que la normalización ocurrirá y agregó que «es solo una cuestión de tiempo».
-
Políticos israelíes felicitaron a Arabia Saudita por la victoria sobre la Argentina
-
Shachar Sagiv, el primer triatleta israelí en competir en Arabia Saudita
Además, Al-Jubeir les dijo a los funcionarios judíos estadounidenses que visitaron recientemente Arabia que la normalización también depende del éxito de los elementos moderados en el Reino. Según el funcionario árabe todavía existe una oposición significativa a la normalización dentro de Arabia Saudita, que llevará tiempo superar.
Además, los saudíes esperan que EE. UU. y Occidente apoyen a la monarquía, que promueve reformas internas que fomentan la moderación de la sociedad saudita.
Recientemente una delegación de EE.UU. le consultó al príncipe heredero Mohammed Bin Salman qué llevaría a Arabia Saudita a unirse a los Acuerdos de Abraham y normalizar las relaciones con el Estado Judío.
Bin Salman enumeró tres demandas principales, todas referidas a Washington. Una afirmación de la alianza entre EE.UU. y Arabia Saudita; un compromiso de continuar con el suministro de armas como si Arabia Saudita fuera un país similar a la OTAN; y un acuerdo que permita a los saudíes explotar sus extensas reservas de uranio para un programa nuclear civil restringido.
Vía i24