Han pasado casi 90 días desde ese terrible 7 de Octubre. El dolor sigue intacto como ese día.
No podemos borrar las imágenes de terror que hemos visto. No podemos borrar la angustia de ellos y la nuestra. Y no se si algún día podremos.
Queremos que los rehenes vuelvan a sus casas, a sus vidas, a sus abrazos, incluso a sus peleas.
Los queremos diciendo buen día a sus padres, un nos vemos mañana a sus hermanos, un te quiero a sus hijos, un sos mi ejemplo a sus abuelos.
Los queremos yendo a trabajar, yendo a la escuela. También, Los queremos sonriendo.
¿Como estarán? ¿Estarán vivos aún? ¿Habrán comido? ¿Se sentirán solos? ¿Pensarán que aun pueden regresar? ¿cómo están sus corazones, sus pensamientos? ¿Sus captores, que les estarán diciendo, como los tratarán?
Que difícil se nos hace sonreír, sabiendo que ellos no pueden.
Que difícil se nos hace comer, sabiendo que quizás ellos no tienen lo que.
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Que difícil se nos hace seguir con nuestras vidas, cuando ellos no pueden.
Sus vidas son nuestras vidas. Al igual que la vida de cada soldado que hoy esta en Gaza luchando por el Estado de Israel y por nosotros, los judios de la diáspora.
Ya han dado sus vidas más de 160 soldados. ¿Cuántos más deberán morir hasta alcanzar la tan ansiada paz?
Cada soldado que muere es una vida que ya no está, historias que no continuarán. Muchos dejan padres, abuelos, hermanos, esposas, hijos, amigos.
Muchos dejan un futuro que jamás existirá para ellos. Vemos los videos de aquellos que si regresaron, donde los abrazos son interminables con sus seres queridos, al igual que las lágrimas, mezcla de felicidad, emoción y angustia.
Ninguna vida va a ser igual. Ningún abrazo, ninguna palabra. Ya nada es ni será igual.
A veces parece que esto es un sueño, un mal sueño. Cerramos los ojos pensando que la maldad va a desaparecer y al abrirlos, nos damos cuenta que aun esta allí.
Esta semana leemos Parasha Vaieji. Comienza diciendo: y vivió Iaakov 17 años en Egipto y fueron los días de Iaakov 147.
¿Porque la Tora dice que Iaakov vivió 17 años, los años vividos en Egipto? ¿Por qué divide en vivió y fueron?
¿Acaso no vivió 147 años en total? ¿Era necesario aclarar sus años vividos en Egipto?
De acuerdo al Midrash, hay una diferencia entre vivir y fueron. Vivir es disfrutar de la vida, fueron, es como si hubieran simplemente transcurrido los años.
Los 17 años vividos en Egipto fueron de gran fortaleza, placer, paz, bendición. Fueron tiempos muy buenos para Iaakov.
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Incluso en guematria, el valor numérico de la palabra tov, que significa bueno, es 17. De alguna manera nos dice que esos 17 años, fueron años maravillosos.
Yaakov seguramente tuvo buenos y malos momentos y años durante su vida.
De los malos, podemos recordar cuando tuvo que huir por haber engañado a su padre y a su hermano con el tema de la bendición, sus 20 años trabajando para Laban, por sus esposas y su ganado. Al regresar a la tierra de Israel, la violación de su hija Dina.
De los buenos y no dudo que fueron algo fuera de lo común, podemos recordar el sueño de la escalera, donde ángeles subían y bajaban, la pelea con el angel durante toda la noche en Bet El y su cambio de nombre por Israel.
Experiencias únicas que lo hizo ser otra persona.
Todos tenemos buenos y malos momentos y días en nuestras vidas. Nuestro pedido al Creador que sean muchos mas los buenos que los malos.
Y cuando todos los rehenes estén de regreso, y espero sea pronto, que puedan escribir que vivieron sus días y no simplemente que fueron.
Rabina Graciela Grynberg
Comunidad Beit Israel