FACA repudia las expresiones antisemitas del Arzobispo Aguer

El Foro Argentino Contra el Antisemitismo (FACA) repudió fuertemente las expresiones del Arzobispo emérito de La Plata, Héctor Aguer,  quien escribió una columna en el medio Info Vaticana a la que denominó «La Apostasía Presidencial», una editorial muy crítica a la cercanía del presidente Javier Milei al judaísmo

El FACA publicó su repudio en sus redes sociales en comunicado

«Desde el FACA repudiamos las expresiones que vertiera el ex Arzobispo de La Plata Héctor Aguer, al mencionar que el acercamiento del Presidente de la Nación al judaísmo significaría un «retroceso». Siempre vamos a repudiar el antisemitismo. No vamos a permanecer en silencio».

Sobre las expresiones antisemitas de Monseñor Aguer

«No es nuestra intención entablar debates teológicos que parten de un análisis de que el cristianismo vino después del judaísmo y por eso es superador. De hecho, el Islam llegó 1.400 años después y toma textos tanto del judaísmo y del cristianismo. Nos preocupa que una figura que supo tener un peso considerable en la Iglesia Católica Argentina y que aún es una voz autorizada para muchos fieles, sostenga conceptos de superioridad religiosa en un contexto para nada inocente.

Apela Monseñor Aguer a la fe de un presidente para mostrar una preocupación que no debería existir cuando la Constitución Nacional estipula que para ser Presidente solo alcanza con ser ciudadano argentino nacido en territorio nacional o hijo de nativos nacidos en el extranjero. Curiosamente, Aguer no ha dicho una sola palabra sobre el hecho de que la Argentina cuenta con un presidente sepultado en un camposanto musulmán. Es en este punto, entonces, que cabe preguntarse por qué sí sería un problema el judaísmo.

El arzobispo emérito utiliza la circunstancia del Presidente para dar inicio a un panegírico de superioridad religiosa, afirma que es normal que un judío se vuelva cristiano, más no al revés, y plantea una discusión cuyo desarrollo no corresponde a nuestros tiempos. En la Argentina vivimos un historial de comunicación interreligiosa del cual Monseñor Aguer no puede desconocer, dado que hasta el mismo Papa forma parte desde tiempos en que ejercía su oficio en las diócesis de Buenos Aires a través de una mesa de diálogo entre distintos credos de la que él mismo formaba parte.

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Todos vimos a la máxima autoridad religiosa del cristianismo meditar en el Muro de los Lamentos. Esa no pareciera ser una actitud de condescendencia hacia una religión menor, sino un acto de respeto.

Por si fuera poco, no deja de preocupar que una persona que ha formado parte de la historia reciente de la Argentina, pueda sostener con total liviandad que “el judaísmo talmúdico ha aspirado a dominar el mundo”. Mito antisemita y antisionista de los más antiguos y enquistados y que flaco favor le hace a un pueblo que, en su totalidad, apenas representa al 0,02% de la población mundial. Pueblo que, por si hiciera falta recordar, padece actualmente la peor ola de odio que el mundo haya visto desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial.

Religiosos practicantes, seculares, observantes o ateos, los judíos son perseguidos, discriminados, insultados, agredidos, secuestrados, violados y asesinados por solo haber nacido judíos. Hablar de superioridad religiosa, mencionar teorías conspirativas arcaicas y mostrar preocupación por las creencias de quienes ejercen la primera magistratura sólo si son judíos, es un acto antisemita en sí mismo».