Un marroquí que mató a puñaladas a un jubilado «para que Palestina estuviera libre de los sionistas» fue declarado culpable de asesinato.
Ahmed Alid, de 45 años, apuñaló seis veces a Terence Carney, de 70 años, después de un encuentro en la calle de Hartlepool, noreste de Inglaterra, el 15 de octubre de 2023, ocho días después de que el grupo terrorista Hamás cometiera una masacre en Israel.
Luego de llevar a cabo el ataque, Alid le dijo a la policía británica que cometió el crimen porque Israel había “matado niños” en Gaza.
Alid también atacó a su compañero de casa, Javed Nouri, un cristiano converso, y agredió a dos agentes de policía.
Gritó “Allahu Akbar” mientras hería repetidamente en el pecho a Nouri, que estaba durmiendo.
El hombre de 31 años sobrevivió al asalto, pero Carney murió tras recibir seis puñaladas en el pecho, el abdomen y la espalda.
Por su parte, el jurado del Tribunal de la Corona de Teesside declaró por unanimidad a Alid culpable de asesinar a Carney, intentar asesinar a Nouri y agredir a los dos agentes de policía.
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La policía arrestó a Alid cerca de la escena del crimen con un cuchillo ensangrentado en la cintura. Luego dijo a los oficiales que había actuado debido a la guerra de Gaza, según escuchó el tribunal.
«(El hombre marroquí) dijo que había querido matarlos debido al conflicto en Gaza y para promover su deseo de que Palestina estuviera libre de los sionistas, con lo que se refería a Israel», dijo el fiscal Jonathan Sandiford, en relación al asesinato del jubilado de 70 años y el compañero de casa de 31.
«El acusado dijo que habría matado a más personas si hubiera podido hacerlo», agregó Sandiford.
También agregó que Alid describió a Carney como una “víctima inocente” durante su interrogatorio, pero que lo habían asesinado “porque Gran Bretaña había creado la entidad sionista y debería obligarla a irse”.
«Mataron a niños y yo maté a un anciano», afirmó el marroquí a los oficiales, según el fiscal.
Vía The Times of Israel
Le l.avaron el cerebro en las mezquitas. Los imanes son los influyentes y en las charlas los preparan para ser martires. Que notable desigualdad, en las sinagogas se canta y reza a la vida, en las mezquitas al odio y la muerte son tapa de discusiones. Un abismo nos separa del Islam somos irreconciliables con ellos. Por alguna razón Adonai nos proclamó como su Pueblo bendito.
Pena de muerte!
Que no salga más de la cárcel