Algunas escuelas del norte de Israel no abrirán para el próximo año académico, que comienza el domingo 1 de septiembre, por los ataques de Hezbollah.
El ministro de Educación de Israel, Yoav Kisch, afirmó que las escuelas en muchas comunidades del norte de Israel, que no fueron evacuadas pero sufren diariamente sirenas de ataque aéreo debido a los lanzamientos de cohetes y drones de Hezbollah, no abrirán a tiempo para el inicio del ciclo lectivo.
Durante una reunión con los jefes de los consejos regionales del norte, Kisch dijo que estaba personalmente dolido por la decisión y que su ministerio brindaría apoyo a las comunidades para trasladar sus clases más al sur para garantizar la seguridad de los estudiantes.
Kisch enfatizó que sólo una confrontación militar en toda regla con Hezbollah –a diferencia de los intercambios de represalias que han definido gran parte de la política de las FDI hacia Hezbollah durante los últimos 10 meses– traería la paz al norte.
La decisión de no abrir escuelas en zonas bajo el fuego de Hezbolá es “lamentable”, expresó Kisch, pero “se acepta con pesar”.
En contraposición, el presidente del Consejo Regional de Mateh Asher, Moshe Davidovitch, criticó duramente a Kisch.
Davidovitch dijo que «no se comunicará con el gobierno», expresando la indignación de los jefes de los municipios del norte por lo que sintieron que fue un débil ataque preventivo contra Hezbollah.
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En una reunión entre Kisch, alcaldes del norte y oficiales del Comando del Frente Interno de las FDI antes del nuevo año escolar, Davidovitch aseguró que «no permitirá que el año escolar comience en escuelas, jardines de infantes e instalaciones educativas que no estén protegidas, en un lugar donde las FDI no saben cómo proteger a los jóvenes».
«Ayer nos mostraron cuánto nos desprecian», manifestó. Sus comentarios van en línea con las quejas de los líderes del municipio del norte de que Israel atacó a Hezbollah el domingo sólo porque el centro del país estaba en riesgo.
“Ya terminé con el espectáculo. No comenzamos un año escolar en lugares que carecen de suficientes refugios antiaéreos. No permitiremos otra masacre como la de Majdal Shams”, aseveró Davidovitch.
“Los residentes sufrirán por esta decisión, pero luego agradecerán que nadie haya resultado herido”, continuó.
«Ustedes serán recordados en los libros de historia como [los que] abandonaron a nuestros niños», dijo Davidovitch.
En el ataque preventivo, que se produjo antes del amanecer, unos 100 aviones de combate atacaron miles de lanzacohetes de Hezbollah en el Líbano, que según Israel apuntaban a lugares estratégicos, incluido el centro del país.
El grupo terrorista disparó unos 250 proyectiles hacia el norte y causó daños a viviendas.
Vía WIN / The Times of Israel
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