En Arroyo y Suipacha, con la presencia de funcionarios del gobierno nacional y de la ciudad, la Embajada de Israel en la Argentina encabezó un nuevo homenaje a las víctimas del ataque sufrido hace 33 años, por el que aún no hay condenados ni presos.
Durante el evento, desarrollado en donde estaba la sede diplomática antes del ataque, se renovó el reclamo de justicia por el atentado en el que murieron 29 personas y más de 200 resultaron heridas el 17 de marzo de 1992.
Los oradores fueron el embajador de Israel en la Argentina, Eyal Sela; Martín Goldberg en representación de los familiares de las víctimas y sobrevivientes; y Gerardo Werthein por el gobierno nacional. En todos los casos se pidió justicia y esclarecimiento del atentado y también por la liberación de los secuestrados por Hamás.
Se colocaron ofrendas florales en memoria de quienes perdieron su vida en el ataque y se realizaron dos rezos: por un lado, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cueva, y por el otro, el rabino Isaac Sacca, que recitó un Kadish, plegaria de duelo de la tradición judía.
Estuvieron presentes representantes del gobierno y las Fuerzas de Defensa de Israel, el presidente de Yad Vashem, Dany Dayan. También estuvieron en el acto y colocaron ofrendas florales, Sigal Steiner Manzuri, cuyas dos de sus hijas fueron asesinadas en el festival de Nova, y Eti Raz, quien perdió a su hijo Idan Raz, de 20 años.
Por parte del gobierno nacional estuvieron presentes la secretaria general de la presidencia, Karina Milei; Werthein; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y el ministro de Defensa, Luis Petri. Por la Ciudad de Buenos Aires, estuvo también el jefe de Gobierno, Jorge Macri.
El acto finalizó con la canción «Miradas», interpretada por Axel.