Tras el explosivo anuncio de Naftali Bennett este domingo de su intención de ir por un gobierno de unidad con Yair Lapid de Yesh Atid, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu respondió duramente en contra de su exsocio y exhortó a que se evite a toda costa un “peligroso gobierno de izquierda” que lo reemplace.
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“Escuché a Bennett y desafortunadamente, otra vez, engañó a la gente”, aseguró el mandatario al inicio de sus palabras. “Las mismas mentiras, consignas vacías sobre odio y división de quien da la mano al odio y la división. Y también quien, considero, está instigando el fraude del siglo”, dijo.
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Netanyahu recordó que, durante la campaña electoral previa a las elecciones del pasado 23 de marzo Bennett prometió que no permitiría que Yair Lapid, su hoy potencial socio de gobierno, llegara a ser primer ministro, ni siquiera en rotación, informó Enlace Judío.
Asimismo, recordó que Bennett en alguna ocasión expresó que, al ser él un político de derecha, no permitiría que Lapid fuera primer ministro, ya que eso iría “en contra de sus valores”, citó el mandatario.
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“Naftali, tus valores no tienen peso alguno. No hay una sola persona en el país que votaría por ti si supiera lo que vas a terminar haciendo”, sostuvo Netanyahu.
En seguida Netanyahu acusó a Bennett de irse hacia la izquierda luego de las elecciones, en contravención de sus compromisos, con el único objetivo de “ser primer ministro a toda costa”.
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Al recordar el momento en que Bennett descartó ser parte de un gobierno junto con Lapid en medio de la reciente confrontación en Gaza, Netanyahu dijo: “Ahora queda claro que lo que dijo Bennett durante la campaña electoral y durante la confrontación eran banalidades diseñadas para engañar a los votantes de derecha y llevar los votos de la derecha a la izquierda”.
Una de las posibilidades, “inusual”, para la conformación de un gobierno de derecha, indicó el mandatario, es la propuesta que reveló horas antes en la que una rotación tripartita vería como primer ministro en 3 mandatos a Gide’on Sa’ar, Bennett y Netanyahu.
En otro ataque contra Bennett, Netanyahu aseguró que el líder de Yamina no quiere quintas elecciones por el simple hecho, dijo, de que “en esas [quintas] elecciones, simplemente será eliminado, no pasará el umbral electoral [para ingresar a la Knéset].
En un llamado a los legisladores de derecha electos en los comicios pasados, Netanyahu les hizo un llamado: “No establezcan un gobierno de izquierda. Un gobierno como este es un peligro para la seguridad de Israel y para el futuro del país”.
“¿Qué hará esto para la disuasión de Israel [frente a sus enemigos]? ¿Cómo nos veremos a ojos de nuestros enemigos? ¿Qué dirán en Irán? ¿Y en Gaza? ¿Qué harán en Irán o en Gaza? ¿Qué dirán en las oficinas gubernamentales de Washington“, cuestionó Netanyahu al conjeturar un gabinete de seguridad de Israel con políticos como Nitzan Horowitz y Tamar Zandberg del partido de izquierda Meretz, actuales aliados de Lapid.
“¿Ellos van a poder encarar a Irán? ¡Apoyan con todo su corazón el peligroso acuerdo nuclear! ¿Van a luchar contra Hamás? ¡Ellos dependen de los votos de [Ahmad] Tibi y de [Ayman] Odeh. ¿Ellos van a defender a nuestros soldados contra las acusaciones en La Haya [Corte Penal Internacional]? Nitzan Horowitz dijo que se puede investigarlos y Merav Mijaeli [líder de Avodá] ha hecho un llamado a no enviar a los hijos al Ejército. ¿Quién defenderá los asentamientos? ¿Quién pavimentará las carreteras en Judea y Samaria? ¿La ministra de Transporte Mijaeli? Esto es una broma”.
Netanyahu calificó de mentira que el bloque de opositores a él llame “gobierno de unidad” a lo que considera que no será más que un gobierno “con muchos escaños de izquierda dura con una fracción de partidos que captaron votos de derecha y los llevaron a la izquierda, un gobierno que dependerá de votos antisionistas”.
El mandatario también desdeñó que desde el bloque de opositores consideren el establecimiento de un gobierno “de sanación”. Afirma que es una expresión usada recientemente por Lapid para referirse a uno de los objetivos de la nueva administración. “¿Dos millones de votantes [de los partidos de derecha] son una enfermedad? ¡Qué odio!”.
“Ni unidad, ni sanación, ni democracia. Esto será un gobierno de oportunistas. Un gobierno de capitulación, un gobierno fraudulento, un gobierno de debilidad. Por ello no debe permitirse un gobierno como este”, concluyó, a la vez de instar a los legisladores de derecha a evitar ello.