En la ciudad de Dolores se conoció la sentencia a los imputados por el crimen de Fernando Baez Sosa: todos fueron encontrados culpables. Es para recordar que, al cumplirse el tercer aniversario de su asesinato, el Rabino Saúl Bonino realizó una oración en su memoria.
Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi, como coautores penalmente responsables, recibieron la pena de perpetua. Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi, como partícipes secundarios, fueron condenados a 15 años de prisión.
El representante de la comunidad judía ofició la oración junto a junto al Imam Marwan Gill (Presidente de la Comunidad Musulmana Ahmadía Argentina).
Además, participaron representantes de otras religiones: el Pastor Marcelo Lopez Pavón (Representante de Aciera en Dolores), Iya Eugenia Calvi (Ministra Religiosa Afro-Umbandista), Eric Escala (Arzobispo de la Iglesia Anglicana en Argentina) y Monseñor Carlos Malfa (Obispo de la Iglesia Católica en Dolores).
La ceremonia estaba pautada para iniciar a las 19, pero la gran concurrencia (se estiman más de 2.500 personas) obligó a demorar el inicio por casi media hora.
Testimonios
En el cierre de la convocatoria, Silvino Báez Sosa, papa de Fernando, realizó un pedido a las autoridades: “Queremos que el castigo sea ejemplar. Necesitamos justicia y paz”.
Además, Silvino agradeció la compañía de los presentes: “Gracias a todos por el apoyo. Le agradecemos a la prensa que siempre están con nosotros apoyándonos. También le queremos agradecer a los abogados que nos acompañan con todo el equipo”.
Por su parte, Graciela, mamá del fallecido, señaló: “Fernando pudo ingresar con mucho sacrificio al CBC y me dijo que quería ir de vacaciones. Me dijo que esta era la última vez que se iba porque con sus compañeros iban a seguir otros rumbos”.
“Nunca pensamos que no regresaría a nuestro lado. Era nuestro sol, nuestra vida. Hoy estamos vacíos, nadie quedó en casa. Estamos los dos solitos (con Silvino)”, continuó la madre.
También, Graciela se refirió a las imágenes que tuvieron que observar durante el proceso judicial y no dudo en decir que “lo discriminaban por su color de piel”.
“Era un chico bueno, sano, amaba la vida. No tenía enemigos, era un chico feliz que solo quería disfrutar. Sigo esperando que mi hijo regrese, a pesar de que nunca más regresará a nuestra vida”, concluyó.
Fernando Báez Sosa fue asesinado el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, a la salida del boliche Le Brique, por un grupo de al menos 10 rugbiers que, posteriormente, quedaron detenidos y afrontan el proceso judicial.
Según los testigos y las cámaras de video de la zona, a Fernando lo golpearon en el piso en varias ocasiones luego de que la seguridad del boliche expulsara a los dos grupos de jóvenes del local bailable.