El Gobierno Nacional oficializó este martes a través del Decreto 400/2024 la designación de Axel Wahnish como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República en el Estado de Israel
El pliego que propuso al ahora embajador logró aprobarse en el Senado luego de haber estado trabado en comisión a mediados de marzo cuando no logró las firmas necesarias, tras un duro contrapunto con el senador y presidente de la UCR, Martín Lousteau, por el posible traslado de la representación diplomática de Tel Aviv a Jerusalén y su posible impacto en el reclamo histórico al Reino Unido por la soberanía de Malvinas.
Todo se precipitó cuando le preguntaron a Wahnish por la consecuencia que tendría para el litigio territorial de Argentina por las islas del Atlántico Sur. “La mudanza es una decisión de nuestro señor Presidente en materia de política exterior. Lo viene anunciando por lo menos hace un año, fue una de sus promesas y también dentro de su campaña. Es verdad que hay un montón de variables y toda decisión incluye variables secundarias que generan impactos. Estoy seguro que, cuando tomó esta decisión, fue asesorado por expertos y tuvo en cuenta todos los pros y contras”, respondió en aquella oportunidad.
Según el diplomático, “esta mudanza no tiene que ser vista en deterioro de relaciones con otros países”, y conjeturó: “Todo lo teórico necesita un brazo ejecutor y, entre teoría y hechos, hay que evaluar un montón de factores. La declaración de voluntad ya fue expresada. ¿Cómo se ejecuta? Con paciencia, sabiduría, siendo humilde y escuchando a todos los actores involucrados, para reducir al mínimo los impactos negativos y maximizar los positivos”.
Por su parte, Lousteau le preguntó en varias oportunidades al candidato a embajador si existía un dictamen jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores en relación con el tema. Y sobre todo, si él estaba informado sobre el eventual contenido de ese informe. El senador y presidente de la UCR le subrayó que «Jerusalén es un territorio en disputa reconocido por Naciones Unidas» y que el eventual traslado convalidaría la posición de una de las partes en conflicto.
“La ONU dividió a Jerusalén en dos sectores. Nunca iríamos a poner la embajada en el sector este. Se parte entonces de una premisa errónea y no estaríamos en tierra ocupada, sino en la reconocida por la ONU. Fue el primer tema cuando charlamos con -la canciller, Diana- Mondino”, aclaró Axel Wahnish, quien agregó que “con el terrorismo no se negocia, no se dialoga” y que “si diera resultado, lo haría, pero no lo da”. A su vez evaluó que “tomar una política de Estado en función de un capricho de grupos terroristas sería premiar actos de terror”, ya que los atentados en la Argentina “no fueron físicos, sino al corazón de la moral del mundo”.
Finalmente, a la semana siguiente se obtuvo el dictamen de la comisión de Acuerdos del Senado, con las firmas clave del propio Lousteau.
Fuente: Infobae.