Las FDI anunciaron los nombres de los cuatro soldados muertos en Binyamina, Israel, en un ataque con dron de Hezbollah.
Los soldados caídos fueron nombrados como:
- Sargento Omri Tamari, 19 años, de Mazkeret Batya.
- Sargento Yosef Hieb, 19 años, de Tuba Zangariya.
- Sargento Yoav Agmon, 19 años, de Binyamina-Giv’at Ada.
- Sargento Alon Amitay, 19 años, de Ramot Naftali.
Los funerales de los soldados caídos se llevan a cabo entre este lunes por la tarde y el martes por la mañana. Los cuatro estaban en entrenamiento de combate y fueron promovidos al rango de sargento póstumamente.
Otros 58 soldados resultaron heridos en el ataque y 40 de ellos seguían hospitalizados el lunes por la mañana. Una investigación oficial determinó que el dron cargado de explosivos impactó la base en Binyamina mientras los soldados estaban cenando.
Al reivindicar el ataque, Hezbollah promocionó lo que dijo era su capacidad para abrumar las defensas aéreas israelíes.
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El grupo terrorista afirmó que lanzó un “enjambres de drones” contra Israel, incluidos modelos que, según dijo, se utilizaron por primera vez.
“Consiguieron penetrar la defensa aérea y alcanzaron el objetivo”, dijo Hezbollah en un comunicado. Además, expresó: “Defenderemos la tierra del Líbano. Esto es solo una parte de lo que le espera al enemigo si continúa atacando a nuestro pueblo”.
Según la investigación inicial sobre el ataque, Hezbollah lanzó dos drones que ingresaron al espacio aéreo israelí desde el mar. Fueron drones Mirsad, conocidos en Irán como Ababil-T, el principal dron suicida de Hezbollah.
El Centro Alma, un instituto de investigación israelí centrado en los desafíos de seguridad en el norte, dijo que el dron tiene “un alcance de asalto de 120 kilómetros, una velocidad máxima de 370 kilómetros por hora, la capacidad de transportar hasta 40 kilogramos de explosivos y la capacidad de volar a altitudes de hasta 3.000 metros”.
Radares israelíes los rastrearon y se derribó uno de ellos frente a la costa norte de Haifa. Las sirenas sonaron en la zona occidental de Galilea.
Aviones y helicópteros de la IAF persiguieron al segundo, pero desapareció del radar y las fuerzas israelíes lo perdieron de vista, probablemente porque voló muy cerca del suelo. No sonó ninguna sirena porque se supuso que se había estrellado o que había sido interceptado una vez que desapareció.
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El padre de uno de los soldados heridos preguntó por qué las sirenas no sonaron antes del impacto del dron.
“No entiendo por qué no activamos todos los sistemas de alerta para evitar este desastre. Había docenas de jóvenes soldados en el comedor cenando. Las sirenas no se activaron. El UAV atravesó el techo del comedor y explotó”, dijo el padre, según Ynet.
“Espero que mi hijo y los demás soldados heridos también se recuperen psicológicamente; vieron escenas graves de sus amigos heridos y sangrando, llorando por ayuda”, agregó.
Ynet informó que tres soldados murieron por el impacto en el lugar, mientras que al cuarto lo evacuaron en estado crítico y luego sucumbió a sus heridas.
La madre de un soldado herido contó que su hijo se sentó en la misma mesa que tres de los cuatro soldados que murieron.
“El dron golpeó su mesa, justo en medio del comedor. Fue a ayudar a uno de sus amigos que estaba herido y luego se dio cuenta de que él también estaba sangrando por la cabeza”, dijo la mujer llamada Galit, en declaraciones realizadas en el hospital Hillel Yaffe de Hadera, donde su hijo estaba recibiendo tratamiento médico.
Vía The Times of Israel