Debería ser obligatorio un test de cordura para entender la locura del ataque de Hamás el 7 de octubre. El objetivo fue denigrar y matar judíos y a las mujeres el máximo castigo por se- lo y judías a las vez. Eso fue un engendrado de adoctrinamiento para atacar y matar y engañar al mundo como si hubiera sido una venganza por lo que padece el pueblo palestino a causa de Israel. Eso fue un arma publicitario para sensibilizar al mundo y condenarlo cuando Hamás sabía que habría defensa y nada hizo para proteger a su pueblo. Por el contrario estuvo pensado para ese fin y el resultado está ante la efervescencia de pena y condena para un lado y del otro castigo y crimen al reaccionar. Y al reaccionar manejar el término de desigualdad entre fronteras.
Esa gran mentira está a la vista. Se acaba de dar a conocer el video del túnel cinco estrellas de Sinwar, el líder de Hamás por el cual se escapó dejando cajas de seguridad llenas de dinero, baños de lujo, bebidas, comida y comodidades. Y en el doble juego tenebroso arriba las multitudes pobres y hambrientas huyen condenadas por sus mentores.
Ese submundo de túneles fue y es mostrado a medida que los soldados de la FDI avanzan estando conectados con organismos internacionales y los unos y los otros disfrazados de democráticos, utilizando la cabeza de los terroristas los bienes donados en ayuda en ratoneras humanas para vivir dejando morir a la gente que dominan. Se ha mostrado también las salidas de los túneles en hospitales, mezquitas, oficinas gubernamentales, escuelas y guarderías, pero el mundo está ciego.
Lo que faltaba además eran las ofensivas comparsas de ritmo e ignorancia.
Martha Wolff
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