Paramédicos judíos y musulmanes unieron fuerzas para salvar una vida. Un hombre estaba tratando de conciliar el sueño el domingo por la noche en Pisgat Zeev en Jerusalén Este cuando escuchó a su esposa respirar irregularmente.
El esposo judío, que tiene una discapacidad visual parcial, llamó a los servicios de emergencia. Después de intentar ayudarla, terminó sin poder respirar por sí misma de acuerdo a información de Enlace Judío.
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Los paramédicos de United Hatzalah llegaron inmediatamente desde la división musulmana de Jerusalén Este. Los voluntarios Baha y Mahmoud Sader llegaron junto a Mohammed Aldawada en menos de tres minutos.
Baha explicó que “ayudo a todos los necesitados sin importar quiénes sean. Vivo en el campo de refugiados de Shuafat, y siempre estoy entrando y saliendo ayudando a la gente tanto en Shuafat como en Pisgat Zeev y donde sea que esté”.
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Simultáneamente, llegó una ambulancia y los dos equipos realizaron RCP, conectaron un desfibrilador, abrieron una vía intravenosa y ventilación asistida.
Mientras ayudaban a esta mujer, también llegó un equipo de paramédicos judíos de United Hatzalah. La singularidad de este evento no está en la velocidad o efectividad de los dos equipos. Su valor precioso viene con la realidad de que los musulmanes y los judíos juntos pudieron ayudar a salvar a esta mujer.
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Afortunadamente, la gran cantidad de paramédicos pudo obtener el pulso de la esposa del hombre, quien finalmente pudo comenzar a respirar por sí misma nuevamente.