«Los archivos de Bibi», el documental que acusa duramente a Benjamín Netanyahu

El documental «Los archivos de Bibi», que señala por corrupción a Benjamín Netanyahu, tuvo su estreno mundial en Canadá.

«Los archivos de Bibi» es una proyección de casi dos horas que incluye imágenes filtradas nunca antes vistas de Netanyahu.

En una sesión de preguntas y respuestas después de la proyección, uno de sus creadores profundizó en sus motivaciones inmediatas: “La gente muere todos los días y queríamos dejar una declaración con esta película”, dijo el productor ganador del Oscar Alex Gibney.

De principio a fin, la película es, como mínimo, mordaz en su descripción de Netanyahu, como político y como persona, tanto a través de su propio testimonio como de las palabras de otros.

El contenido más controvertido e incriminatorio de la película -es decir, los extractos de los interrogatorios policiales- está muy alejado en el tiempo de la letanía de acciones por las que Netanyahu es ahora más vilipendiado, incluyendo su persecución de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, su manejo de las negociaciones para liberar a los secuestrados y por el hecho de que Israel fuera tomado por sorpresa el pasado 7 de octubre, cuando miles de terroristas de Hamás invadieron el sur de Israel, masacrando a 1.200 personas y secuestrando a 251.

Fuera del festival de cine y en el propio cine, manifestantes se congregaron contra la iniciativa de Netanyahu de continuar la guerra. Algunos mostraron carteles que decían: “Bibi, salva a los secuestrados, no a ti mismo” y “Bibi, deja ir a mi gente”.

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“Para muchos estadounidenses, la guerra continúa y continúa y continúa. Y mucha gente se pregunta: ‘¿Por qué continúa?’”, dijo el productor del documental, Alex Gibney, al dirigirse al público del Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), donde se presentó. “Y creo que una de las razones para hacer esta película es explicar muchos de los acontecimientos que ahora vemos a través de la corrupción, la corrupción moral de este individuo”, agregó.

El eje central de “Los archivos de Bibi” es el prolongado atolladero legal en el que se encuentra Netanyahu; incluye tres casos de corrupción que lo persiguieron, dentro y fuera de los tribunales, durante gran parte de la última década. En 2019, tras años de investigación policial por presuntos delitos, a Netanyahu se lo acusó de soborno, fraude y abuso de confianza, los cuales negó vehementemente.

Netanyahu se negó rotundamente a dimitir de su cargo e insistió en que es víctima de una cacería de brujas política y mediática. Hasta el día de hoy, las ruedas de la justicia siguen girando lentamente, ya que los tres casos siguen sin resolverse en el sistema judicial tras demoras debido a las disputas legales de los abogados de Netanyahu, las restricciones de la pandemia y la guerra en Gaza.

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Alexis Bloom es la directora de «Los archivos de Bibi», que oscila entre dos fuentes principales. La primera, que data de 2016 a 2018 y se basa en miles de horas de metraje, consiste en interrogatorios policiales a Netanyahu, su esposa Sara, su hijo Yair, varios amigos y asociados y benefactores como el magnate de Hollywood Amnon Milchan, el magnate de las telecomunicaciones Shaul Elovitch y el (fallecido) empresario Sheldon Adelson y su esposa Miriam.

En medio de graves acusaciones contra Netanyahu, la policía realizó las grabaciones en busca de pruebas para determinar si lo acusan de corrupción. Hasta ahora, los videos, que fueron filtrados a Gibney el año pasado, no habían sido vistos públicamente, ni siquiera en Israel debido a sus leyes de privacidad, que pueden impedir que “Los Archivos de Bibi” se muestren allí.

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La segunda fuente principal de material incluye entrevistas recientes con figuras israelíes. Entre ellas, el ex primer ministro Ehud Olmert, el ex jefe del Shin Bet Ami Ayalon y el ex asesor de Netanyahu Nir Hefetz. También hay entrevistas a un amigo íntimo, Uzi Beller, y al ex cuidador de su residencia oficial, Meni Naftali.

Hoy, todos tienen mala disposición hacia Netanyahu y lo demuestran en sus testimonios.

El veterano periodista de investigación Raviv Drucker, que figura en los créditos de la película como uno de sus productores, aparece con más frecuencia que los demás entrevistados. Sus comentarios informativos ayudan a impulsar la narrativa de la película, destacando cronológicamente los momentos clave en el ascenso de Netanyahu al poder y describiendo su modus operandi en su estilo de vida y sus actitudes políticas como corruptas.

Las cintas policiales que se muestran dejan mal parados a los integrantes de la familia del  primer ministro israelí.

Varios entrevistados hablan de Sara, su esposa, como una persona con ataques de ira. Un ex asociado dice que Bibi le tiene miedo. Otro habla de su problema con la bebida, con predilección por el champán.

En el último tercio del documental se afirma varias veces cómo el miedo extremo de Netanyahu a ser condenado e ir a la cárcel impulsa sus acciones al hacer todo lo posible para permanecer en el poder, como formar una coalición con extremistas de derecha, nombrar y a menudo consentir al líder del partido nacionalista religioso Bezalel Smotrich y al líder de Otzma Yehudit Itamar Ben Gvir como ministros del gabinete, lanzar su intento de reforma judicial y su prolongación de la guerra en Gaza, sin tener en cuenta su impacto devastador en el país y la pérdida masiva de vidas entre palestinos e israelíes.

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Gibney y Bloom ya habían trabajado juntos en otros dos documentales: “Divide and Conquer: The Story of Roger Ailes” (2018), sobre el controvertido magnate de los medios, y “We Steal Secrets” (2013), sobre WikiLeaks.

Bloom, cuyo padre es judío, visitó Israel en numerosas ocasiones. Gibney recibió un premio Emmy a la trayectoria por sus numerosas películas, entre ellas “Taxi to the Dark Side”, que ganó un Oscar al mejor largometraje documental en 2007.

“La película está casi lista”, dijo Bloom al público, refiriéndose a ella como si no estuviera del todo terminada. “Va a mejorar. Creo que seguiremos cortándola y perfeccionándola y tal vez incluso el final pueda cambiar porque no sé si queremos terminar la película con un llamado a las armas para que EE.UU. diga algo más alto [sobre Netanyahu]”, agregó.

Además, Bloom aseveró que fueron los muy controvertidos planes de Netanyahu para el poder judicial de Israel, que aborda el documental, los que la convencieron de involucrarse en la realización de “Los archivos de Bibi” el año pasado, antes de la masacre de Hamás en Israel el 7 de octubre.

“Al principio, lo que estaba en juego eran los cambios judiciales. Había pasado un tiempo en Israel y había trabajado allí antes, así que me sentí involucrada y se podía ver este patrón de retroceso democrático en todo el mundo. Se ven paralelismos con lo que está sucediendo en Israel, en Hungría, en Rusia, con esta especie de síndrome del hombre fuerte. Eso es lo que me interesó”, explicó.

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“En las películas que hice en el pasado, soy una especie de estudioso de la corrupción, tanto a nivel técnico como a nivel humano. Pero nunca había visto la profundidad de la corrupción moral que vi en este hombre [Netanyahu] y la forma en que Alexis fue capaz de presentarla en la película. Es realmente asombroso decir eso”, expresó Gibney.

También dijo que las grabaciones “arrojan luz sobre el carácter de Netanyahu de una forma sin precedentes y extraordinaria. Son una prueba contundente de su carácter venal y corrupto y de cómo eso nos llevó a la situación actual”.

Vía The Times of Israel